miércoles, 7 de julio de 2010

Boletin del trabajador #47. Crimental

Una imperiosa necesidad de destruir... y simultáneamente reír y llorar sobre lo que ha sido destruido.
La cuestión más importante para un revolucionario es como evitar los discípulos y aceptar iguales.
Estaba delante de todo el mundo, nosotras simplemente lo hicimos visible.
Estaba en la punta de la lengua de todo el mundo, nosotras solo le dimos un nombre.
Todas las palabras que nos gustaría decir, toda la vida que nos gustaría vivir, eso somos nosotras. Luchamos como nos gustaría luchar, amamos como nos gustaría amar, nunca nos rendimos o comprometemos. Somos libres en todas las formas en las que nos gustaría serlo. No existimos. Buscábamos una manera para cambiar nuestra vida. Hacerlo por nosotras mismas. Buscábamos una evidencia de lo que nosotras queríamos que fuera posible. Encontramos un fantasma, que volvimos a la vida.
La gente hacemos eso mismo todos los días. Hablamos con nosotras mismas, soñamos despiertas, nos vemos como nos gustaría ser. Proyectamos lo que deseamos, tememos, adoramos sobre otros, cuando esta, ya presente, dentro de nosotras mismas.
Crimental no es un comando de elite de luchadoras por la libertad. Crimental es la jodida bruja de noroeste.
Los variados pobres sabihondos que actúan como Crimental no tienen la patente del crimenpensamiento. Ellos escasamente saben lo que están haciendo. Tu lo sabes mucho mejor que ellos.
Cualquier cosa libre, gloriosa, real sobre cualquier Crimental que se haya hecho nunca es tu acción, tu lo hiciste, necesitándolo, exaltándolo, haciéndolo respirar y retorcerse.
Estábamos preparadas para ello, pero no estábamos preparadas para ser nosotras mismas. Así que lo creamos, creamos un reflejo del mundo como señal de nuestro propio desasosiego, y lo aprovechamos como salvavidas. Por si mismo, un texto es un lenguaje muerto, tú lo traes a la vida.
Crimental no existe. (Es cierto, si tratas de encontrarlo en la dirección que crees de esta pequeña ciudad, lo único que encontraras será un piso insulso, como cientos a su alrededor, habitado por un hombrecito de clase media, que no quiere tener nada que ver con la "revolución" ni nada parecido.
Crimental es simplemente tú. Crimental no es una organización con miembros. Pertenece a cualquiera que tenga la audacia de reclamarla, así como la muerte pertenece a cualquiera que pueda coger una sartén. Cualquiera puede ponerse un pasamontañas negro y unirse al black bloc, cualquiera puede coger comida de los contenedores y convertirse en freegan, cualquiera puede actuar en beneficio del E.L.F, o diseñar un póster con la bala que nos representa.
Crimenpensamiento esta en todas partes, esta en la vida de cada día, en cada corazón, entretejido en la historia de la humanidad y el cosmos, tan seguro como la sumisión, la inercia y todo lo demás lo están, si no lo estuvieran, no habría ninguna cosa como Crimental y tú, ciertamente, no estarías leyendo esto.
Si Crimental es cada uno, entonces, de la misma manera, no es nadie. No hay ningún magico circulo interior trabajando en secretos encantamientos para el mundo, creando del vació esas proposiciones, subversiones y atrevimientos que son tan importantes o enfurecedoras para nosotras.
Crimental no es la propiedad de ninguna mesa de accionistas, no hay ningún genio al que agradecérselo, ni malhechor al que culpar por ello. Solo es, simplemente, la palabra que trae esta cosa extraña y transforma los corazones que respondemos a ella.
Naturalmente, todavía estamos luchando con eso, así algunas veces, nosotras somos todavía nosotras, "solo nosotras", esos momentos de absoluto terror cuando todo alrededor y dentro de nosotras que nos resulta extraño aparece sin sorpresa.
Aquí no estamos tratando de deshacer unos pocos nudos, estamos tratando de entrar en un universo alternativo.
Algunas veces nada tiene sentido. Seamos pacientes, dejemos que el miedo se escurra sobre nosotras, sobrevivamos hasta que la ola pase y el horizonte este un paso mas cerca. Durante esos instantes, puede parecer que todo el mundo sabe lo que esta pasando salvo nosotras. ¿Es inusual que en esos momentos seamos capaces de inventar fantásticas sociedades subterráneas poseídas por superpoderes?
Poco a poco vamos liberándonos, dejándonos ir. Las distancias que los hijos de la burguesía hemos de recorrer para sacudirnos el condicionamientos son increíbles.
Algunas necesitamos para empezar un mito para creer en él, como los adictos que para recobrarse necesitan "un poder mas fuerte". Si algunas veces nosotras todavía necesitamos Crimental, que así sea. Crimental nos arrastrara gritando y pataleando hacia el nuevo amanecer, soportando toda la culpa por el sufrimiento que hemos anhelado traer sobre nosotras: Cada una que quiera nacer primero tiene que destruir su mundo.
Pero no podemos llegar donde queremos hasta que no nos deshagamos de nuestras muletas. Al final nos volveremos para agradecérselo y encontraremos que estamos solas. Nosotras estaremos todavía aquí si necesitamos algo contra lo que rebelarnos. La adolescencia de cada ser humano es una guerra, una lucha con aquellos que vinieron primero, es esta guerra la que mantiene la vitalidad, la que crea el destino, una guerra mortal que debemos emprender contra todos los factores e influencia que nos dieron nacimiento.
La única cosa que hacer con algo que hemos puesto en un pedestal es destronarlo. Si, cuando nos demos cuenta de nuestro error, encontramos que tenemos que rechazar Crimental, rebelarnos contra el, afirmar nuestra independencia e identidad, entonces lo haremos por todos los medios. No asumimos que cada uno que no se rebele como nosotras es un robot, un descerebrado seguidor. Tienen razones propias para hacer lo que hacen: Tal vez están en un punto donde nosotras necesitamos estar para llegar a donde estamos ahora, quizás ellos ya estén en el punto en el que queremos estar en el futuro, quizá están en una vía de evolución completamente diferente de la nuestra. Tendremos éxito en malgastar mucho tiempo, nuestro y suyo, señalando las faltas en vez de los nuevos enfoques. ¿Realmente queremos provocar la toma de posiciones enfrentadas sin sentido, con las acusaciones, insultos, defensividad, y la lucha por la superioridad que siempre acompaña estas cuestiones? Al final tiene tanto sentido atacar Crimental, como atacar el Punk, el estado del activismo o a la raza humana en si misma. Hay fuerzas negativas y positivas dentro de todos ellos, pero las cosas son simplemente lo que nosotras hacemos con ellas. Los espectadores votan pasivamente a favor o en contra, imaginando que su estatus es mayor cuanto mas gente encuentra por debajo de ellos, y buscando algo lo bastante ilustre y perfecto que les pueda investir de una distinguida identidad al asociarse con ello. Los individuos que se han hecho consciente de sus poderes como activos participantes en sus vidas, se acercan a todo pensando en lo que tienen que ofrecer, convirtiendo defectos en oportunidades.
Es saludable criticar ideas, métodos, acciones, decisiones: es así como aparecen mejores ideas, métodos, acciones y decisiones. Pero es infantil atacar ideas, métodos, etc. porque no sirven a nuestros intereses particulares, dejemos que aquellos que los necesitan los usen.
Nosotras podemos usar nuestras energías donde elijamos. Aquellos que creen que hay un Crimental que rechazar son los últimos guardianes del mito de que existe una cosa llamada Crimental.
No seremos libres hasta que comprendamos que Crimental no existe. Una vez que comprendamos que Crimental no es una fuerza incorpórea o una entidad estrictamente definida, que cualquier cosa que haya sido o vaya a ser esta enteramente bajo nuestro control, seremos libres de prescindir de el completamente, y entonces, si queremos, contribuir a el.
Crimental esta compuesto por individuos que no están enamoradas ni amenazadas por él, que no se hacen ilusiones sobre ello, que lo ven meramente como un medio más de los muchos posibles para mas grandes fines. Ciertamente tiene sus defectos, como cualquier herramienta, también ofrece algunas ventajas que otros no. Consideramos esto una invitación para mostrar lo que se puede hacer con él.
Crimental debe ser reemplazado para ser realizado. Si actuamos autónomamente como Crimental, o bajo cualquier otro nombre es irrelevante, lo importante es que empecemos a actuar autónomamente, para descubrir nuestras propias capacidades y disipar la mitología que hemos creado alrededor de aquellos que ejercitan las suyas.
El siguiente movimiento esta en nuestras manos, el destino de Crimental -y de cosas mucho mas importantes- con ello.
Perdedme y encontraros a vosotras mismas, pues es solo cuando me hayáis negado que volveré a vosotras dice Crimental. Desearía estar tan segura de alguna cosa como Crimental lo esta de cada cosa. Hagamos la ideología trabajar para nosotras.
No necesitamos permiso, ni tampoco instrucciones.
No nos tomamos demasiado en serio, hagamos lo que hagamos. Menos fe, más falta de piedad, mi amiga.
Una vez más, ¿que es lo bueno de Crimental si no existe? Ofrece una alternativa para aquellas de nosotras que estamos frustradas por ver como nuestros esfuerzos para hacer que las cosas pasen son interpretados como intentos de auto glorificarnos. Poniendo la etiqueta Crimental en nuestro proyectos, evitamos atraer atención hacia nosotras (y comunalizar el trabajo que se ha hecho, ofreciéndoselo a cualquiera que quiera utilizarlo), mientras simultáneamente establecemos que el proyecto es parte de una corriente mayor de acción anticapitalista.
Mas allá de estos propósitos prácticos, Crimental, también sirve como una suerte de organización placebo revolucionaria para aquellos que reconocen que la tradicional "organización revolucionaria" con toda su jerarquía e inercia es una contradicción de términos, pero todavía sienten la necesidad de asociarse con una "organización" de alguna clase. Hay un placer innegable que se encuentra en las sociedades secretas y en los planes clandestinos. Con Crimental nos podemos permitir el capricho de crear un mito para nuestro propio placer, sin acabar apoyando alguna poderosa elite vanguardista.
La organización revolucionaria debe disolverse en el momento de la revolución, de otra manera se convierte en otra vanguardia, en otra autoridad. Durante años, nos hemos preguntado si esto se podía conseguir, después de todo "revolución" no es solo un momento, sino que es un proceso continuo de descentralización y empoderamiento, por lo tanto siempre dificultado por la existencia de elites "revolucionarias", y ¿como podemos disolver el poder de un grupo que ya ha ejercido influencia en los asuntos humanos? Incluso si la organización se ha disuelto, su legado continúa influyendo el presente.
El poder, una vez establecido, es difícil de desactivar. La manera de de disolver la autoridad de una organización revolucionaria es simplemente comunalizar su poder extendiéndolo a todo el mundo. El recurso mas grande de una organización no jerárquica, en gran parte mitificada, como Crimental es su reputación, si esta puede ser puesta a disposición de todas, entonces la autoridad de Crimental es minada efectivamente. El momento de la revolución es la disolución de la organización revolucionaria, esto es, la apropiación de sus recursos por parte de todo el mundo.
Para quien quiera que todavía este interesada en convertirse en un "miembro" del Colectivo, ahora que ya sabe que no existe tal cosa, aquí hay unos pasos a seguir:
1. Tengamos nuestras propias razones para involucrarnos, nuestras propias ideas sobre que vale la pena de Crimental, y que vamos a hacer ahora. Nadie puede trabajar con Crimental si todavía esta esperando instrucciones. Aquellas que ya están activas, están suficientemente ocupadas dirigiendo sus propios proyectos. Como escribió el poeta "Ser gobernado es trágico. Gobernar es patético"
2. Reclamemos responsabilidad por todo lo que Crimental ha hecho, siempre, especialmente en los caminos de acción que se contradicen unos a otros. Pensar en términos de "Colectivo", en vez de atomizados individuos, significa que cuando una de nosotras actúa, lo hace en representación de cualquier pequeña parte del resto de cada una de nosotras que haría lo mismo. En vez de reñir sobre el método individual "correcto" nuestro programa debe encontrar vías efectivas para integrar nuestras acciones individuales en un todo simbiótico. Somos responsables unas de otras, y de hacer de las acciones de cada una algo beneficioso, esto debería poner fin a las viejas discusiones sobre quien es "la más revolucionaria". Debemos recordar que Crimental no es una ideología, ni un sistema de valores ni un estilo de vida, si no una manera de desafiar todas las ideologías, sistemas de valores y estilos de vida, y para las más avanzadas, una manera de hacer todas la ideologías, sistemas de valores y estilos de vida desafiantes. No es Crimental sobrevivir sin trabajo comiendo de los contenedores, okupando, y haciendo dedo. Es Crimental comprender que este estilo de vida provee de recursos que pueden ser usados para revolucionar el activismo, o la literatura subterráneos o lo que nos salga del coño. No es Crimental simplemente distribuir propaganda atacando la monotonía y las limitadas opiciones del empleo tradicional, es Crimental crear situaciones en que ambos, trabajadores y extrabajadores se beneficien de sus diferentes experiencias y consecuentemente descubran nuevas opciones y nuevas aventuras que estaban ocultas.
3. Nos aseguraremos de negar la autoría de cualquier proyecto que emprendamos, y evitaremos acumular gloria como miembros de Crimental.
4. Elijamos algunos proyectos necesarios y hagámoslos. Si necesitamos ayuda, contactemos con otras para consejo y colaboración..., si necesitamos materiales no dudemos en robarlos de otros proyectos previos, o de cualquier otro lado. Algunos medios que tal vez disfrutemos seran hacer pintadas, pegar carteles, bromas (llamar con amenaza de bomba a las oficinas en los días soleados, vestirnos de reyes magos y dar a los niños "juguetes gratis" de los grandes almacenes en cualquier momento, etc.), dar recursos a la gente que el capitalismo considera indignos, difundir rumores salvajes, crear nueva leyendas urbanas... el cielo es el limite.
5. Puede ser gracioso que todo el mundo elija el alias Crimental para si misma. Pensemos en algo divertido, algo que diga todo lo que necesita ser dicho sin ser un ensayo o un manifiesto. Una vez superados el mito de la propiedad intelectual y la identidad invariable, la firma de un trabajo tiene solo sentido como parte de el. La confusión de las autorías, focaliza la relevancia de las ideas en las vidas de las lectoras, donde pertenece.
6. Si no nos gustan estas sugerencias, hagamos las nuestras. Crimental, como el resto de nuestras vidas y el mundo entero, es cualquier cosa que hagamos con ello. Ocupémonos. Tenemos a mano las armas para la guerra, cojamoslas: Dado que nuestras vidas y nuestro mundo son territorios ocupados, estas relaciones de lucha y competicion existen en cada nivel de nuestra sociedad, porque una vez introducidas tienden a reemplazar otras maneras de relacionarse: todo depende entonces de si podedemos encontrar formas de reapropiarnos de nuestra propia creativividad y productividad de este ciclo, y así subvertirlo y abortarlo. La revolución nunca será comprada al precio de su cotización. Obviamente, no vamos a obtener la máximo ni por nuestro trabajo, ni por nuestro capital en el mercado "libre", tenemos que crear situaciones, tan efímeras como deban, (nada puede o debe ser sostenible en una mundo insostenible) en las cuales tengamos poder sobre los recursos que estárian fuera de nuestro alcance de otra manera. Necesitamos aprender de los que ya usan esas tácticas: ladrones de bancos, estudiantes copiando, los que llaman avisando de bombas al principio de la primavera, trabajadores que trucan al fichar o usan el tiempo de la empresa para sus propios proyectos, los que se quedan con material, los adúlteros suburbanos, obreros que se salen con la suya en fraudes con los seguros... Con este contrabando precioso, nosotras postbandidas podemos redescubrir las artes del pueblo, que podemos usar ambos para crear entornos nuevos y libres, y para rescatar a nuestros camaradas humanos de su pesadilla normalizada.
Arte del pueblo en murales, rotuladores, esprais, pegatinas, posters, carteles, plantillas, ladrillos, gasolina... La reapropiación, por parte de cada individuo, de lo los medios (y el derecho) para transformar los ambientes en los que vivimos. La comprensión de que dar forma al mundos es un proyecto colectivo, así pues el diseño debería serlo también.
Fotocopias de las tradiciones populares, panfletos llamativos, fanzines, redes sociales, grupos de discusión, tradición oral, medios independientes... Sortear los mass-media mediante medios de comunicación directos, descentralizados y no jerarquicos.
El rechazo de la Historia, cualquier Historia, en su sentido objetivo, en favor del mito, la leyenda y el cuentacuentos.
Música del pueblo, hazlo tu misma, punk-rock, hip-hop y tecno, radios piratas, círculos de tambores, cánticos de protesta y canciones... La desmistificacion del rol de músico, la comprensión de que cualquiera puede crear un entorno musical, que cualquiera puede dar forma a las emociones de sus semejantes: miedo o coraje, amor o sentimentalismo, rabia o desesperación... y la subsiguiente visión de que esto debe hacerse cooperativamente, o sino el resultado será una horrible mezcla atonal. Así reconoceremos la creación de música como la perfecta analogía para las relaciones humanas.
Ciencia del pueblo, okupando, buscando en los contenedores, haciendo huertos, inventando, haciendo nosotras mismas, construyendo muros y fontanería, decorando, imprimiendo y reparando... El fin de la especialización, el fin de la especialidad como una mercancía en la economía de la escasez. El rechazo de la tecnología como una deidad mediada por una casta sacerdotal elitista, y del "progreso" lineal como el único e incuestionable principio de la historia humana. La comprensión de que cualquiera de nosotras puede hacer cualquier cosa, que es más valioso crear nuestro propio progreso que aceptar pasivamente o incluso contribuir a un "progreso" fuera de nuestro control.
Comida y no bombas, comunidades locales e internacionales, amistades amorosas, vida comunal, espacios comunitarios, relaciones abiertas, grupos de afinidad e infinito... El resurgir de la ayuda mutua y el soporte emocional fuera del sistema de intercambio, por su propio valor en vez de por una transacción, así podremos construir comunidades que protejan y cuiden individualidad y cooperación al mismo tiempo.
Demostraciones de poder popular, okupando, masas criticas, reclamando las calles, el Black Bloc, huelgas salvajes, reuniones del ayuntamiento, federaciones sin tope... El establecimiento colectivo de medios para la defensa de nuestra libertad individual y autonomía, que no pongan en peligro las que ya estén en proceso.
La abolición de los líderes y las órdenes, incluso en tiempos de guerra, (como la actual) en favor de estrategias de resistencia democráticas, descentralizadas y basadas en el consenso. Identifiquemos clases potencialmente revolucionarias cuya frustración y recursos no están siendo actualmente enfocados hacia nada positivo: punks apolíticos y otros adolescentes revoltosos, rechazadas de los distintos grupos, madres olvidadas cuyos hijos han crecido y abandonado la casa, bibliotecarias devotas cuyo trabajo esta en peligro por los recortes del gobierno. Busquemos causas comunes con ellas, ¿Que podemos ofrecernos unas a otras?
La revolución no es la competencia de una sola clase especializada, hay corrientes revolucionarias en todos los círculos. La revolución ocurre cuando estas corrientes autónomas se alinean de tal manera que cambian, mejor descarrilan, la historia. Depende de nosotras encontrar conexiones con la gente en otros caminos de la vida, con las que podamos construir relaciones simbióticas de resistencia. Dejar el trabajo era para tener más tiempo para hacer lo que se necesita hacer, no para aislarnos de el resto de la humanidad ¿no?
Localicemos los puntos de presión en la sociedad donde el estimulo adecuado puede disparar respuestas masivas: el fin de los estudios para grupos con desalentadoras perspectivas laborales, la cancelación de programas del estado del bienestar, la toma de posesión de un presidente impopular, en la que hay miles de furiosos votantes irritados por la hostil presencia policial. Apliquemos ese estimulo.
En referencia a la propaganda, no nos acostumbraremos a esperar el acercamiento pasado de moda de simplemente tratar de "decir lo que es la verdad" (una actividad reconocida como imposible por filósofos, historiadores y científicos al mismo tiempo) y esperando que todo el lo entienda. Segun lo vemos, el valor de la propaganda no es si lo que dice es o no un "verdad objetiva", sino que clase de efectos produce decirla. Si uno hace propaganda alabando lo que tiene de revolucionario robar en los supermercados, no esta necesariamente tratando de que los proyectos de revolucionario roben, así ellos pueden ser "más revolucionarios" (obviamente una visión estupida como ninguna, aunque explorar los beneficios tácticos de robar para la clase de gente que trata de comprar menos, tendría sentido) uno puede tratar en cambio de compartir la identificación con los ladrones que ya son insurreccionalistas en sus acciones, así podemos ensanchar el análisis de nuestras propias vidas. Lo mismo ocurre con el adulterio, el dedo, y miles de otros asuntos.
Cuando nos acercamos a uno de estos puntos de presión donde existen tensiones masivas entre el deseo de la gente y el mundo que conocen y viven, tenemos que esperar que otros radicales a veces malinterpreten nuestro trabajo como que alentamos a la gente a conformarse con estas medio-medidas en vez de celebrar lo que de revolucionario hay en ellas si se siguen hasta sus lógicas conclusiones. No nos distraigamos con ellas. Las ultimas a las que nos tiene que preocupar que les llegue nuestra propaganda es a otras radicales, ya tienen la suya.
Encontraremos maneras de ayudar a otras personas que demuestren los valores de la cooperación y la resistencia: organizaremos fiestas de los contenedores para estudiantes de clase media cortos de efectivo, mostraremos nuevas visiones criticas de películas convencionales, pondremos mesas con propaganda en todo tipo de eventos, organizaremos títeres sutilmente subversivos para niños y sus aislados padres, pondremos en marcha intercambios de bicicletas y otras iniciativas similares, obtendremos financiación estatal para centros de juventud organizados por insurgentes en los que los jóvenes puedan aprender a organizarse por si mismos.
De otro modo, ¿por que debería la gente creer que nuestras u otras "alternativas" tienen algo que ofrecer? y sin un sistema de apoyo, ¿como vamos a tener el tiempo o la paz mental para ponernos activas?
Confundamos las expectativas, evitemos los lugares comunes de todo tipo. Introduzcamos elementos novedosos es situaciones estables para crear situaciones volátiles. Cuando hablemos de política usaremos poesía, nueva poesía, no la poesía que esta rodeada y subordinada a los políticos, cuando hagamos poesía, que haga preguntas a la política, no que de respuestas a ella. Cuando golpeemos, hagámoslo para revelar potencialidades que estaban anteriormente ocultas. Inventemos nuevos lenguajes para la música, las relaciones, el cambio social, reinventando las posibilidades de la música, las relaciones y el cambio social, por nosotras mismas. Rompamos incesantemente con el pasado. Creemos cada mañana el primer amanecer que el mundo ha visto. No actuemos para otros activistas o artistas, nos dirigimos a aquellas que no interpretan nuestras acciones dentro de las categorías museísticas de activismo o arte. Evitamos las políticas-como-siempre (eso es, todas las políticas, como las conocemos actualmente) No nos contentamos con discutir, no somos sentimentales, somos despiadadas, tomamos riesgos, destrozamos lo que nuestros corazones nos dicen que debe ser desfigurado, hacemos cosas que las niñas recordaran toda su vida, somos espontáneas, dejamos que las musas nos posean (y estudiamos como vivir unas vidas que nos mantengan vulnerables a sus encantos) Nos disfrazamos, usamos falsas identidades. Somos legendarias. Actuamos contra la ley, vivimos contra la ley, pero no nos dejamos coger, eso es demasiado previsible.
Debemos recordar que los mejores crímenes no son todavía ilegales.
Construyamos nuestros castillos en los cráteres de los volcanes. Arrojemos la precaución, y todo lo demás, a los vientos. Vivamos peligrosamente. Pensemos peligrosamente.
Ahora es seguro apagar el ordenador..., los gatos encerrados en los áticos, mirando a través de la ventana..., los trenes llenos de pintadas con gente subida a ellos arriba y abajo del país... los baños rotos teniendo conversaciones sin sentido en vacíos aeropuertos... En la biblioteca, en el refugio antiaéreo convertido en museo, en nuestros apartamentos, nosotras esperamos ser las protagonistas de nuestras propias historias, por una vez, nada de profesionales o protestantes, una generación entera malgastada, trabajando en servicios, coleccionando tebeos, conjuntando tonos de piel con pintalabios...
Pero la mecha esta encendida, ahora, un siseo en la distancia, como el aire que se escapa de una rueda rajada, y nuestros oídos que están escuchando.


CrimethInc. Worker Bulletin #47