Deje el trabajo para tener mas tiempo para hacer las cosas que tenia que hacer, no para aislarme del resto de la humanidad ¿no?.
Si hice propaganda exaltando lo que es revolucionario en el hurto en supermercados, no fue neceariamente para tratar de que los posibles revolucionarios se pusieran a robar para ser así "mas revolucionarios" (obviamente un estúpido acercamiento al asunto, si es que tuve alguna vez alguno, aunque explorar los beneficios tácticos de robar para la clase de gente que quiere comprar menos puede tener sentido) Mas bien intentaban idenficar que hay ya de revolucionario en las acciones de los expropiadores, así poder ensanchar el análisis de nuestras vidas.
Crimental no es una ideología ni un sistema de valores, ni un estilo de vida, sino, para sus simpatizantes, una manera de desafiar todas las ideologias, sistemas de valores y estilos de vida.
No es crimental simplemente sobrevivir sin un trabajo comiendo de los contenedores, okupando y haciendo dedo, es crimental compreder que ese estilo de vida provee recursos que pueden ser usados para revolucionar algunas cosas pequeñas, como cualquiera que se os ocurra.
No es crimental simplemente distribuir propaganda atacando la monotonía y las limitadas opciones del empleo tradicional, es crimental crear situaciones en que trabajadores y extrabajadores se beneficien de sus mutuas y diferentes experiencias, y consecuentemente descubramos nuevas opciones y nuevas aventuras que previamente estaban oscurecidas.
Los Estalinistas, Los Maoistas, los Surrealistas, los Situacionistas incluso los Ecologistas tienen todos sus disensiones internas, ¿asi por que no vamos a poder tenerlas nosotras?
No ser miembro no debe ser un obstáculo: Todavía podemos excluir a alguien de vez en cuando solo para estar seguras de que todo el mundo recuerda. Son festivas ocasiones para nosotras, erosionadas políticas, análogas a las murmuraciones subtextuales en las cenas de la burguesía o los juicios de brujas en la inquisición.
Pero primero, antes de entrar en la fiera rectitud del asunto, algo de memoria. Todo lo publicado hasta ahora trataba de ser inspiración, análisis y especialmente calculada retorica para animar a la revuelta, aunque hemos mantenido desde el principio que no hay una sola estrategia para la insurgencia, sino que cada una tiene que inventar y reinventar la suya, y así desafiar las nociones convencionales sobre la santidad de la propiedad y la miseria de la pobreza material.
Con esta guerrilla cultural esperamos hacer un poquito de nuestra parte expandiendo el movimiento anticapitalista, minimocapitalista o como lo quieras llamar.
Se nos puede acusar de ser demasiado simplistas o demasiado complejas, pero sea con nuestros adversarios o nuestros complices, evitamos entran en polémicas estériles que rebajen el nivel de nuestro dialogo en cualquier asunto a su mínimo denominador, y a esa altura, poco de valor se puede discutir o conseguir.
Ninguna tenemos la razón absoluta, y nada en el mundo es unidimensional.
Robar, hacer dedo, cobrar subsidios, estar desempleado, separados de un programa para la trasformación de mi vida, y el mundo a nuestro alrededor, todas ellas son simplemente herramientas alternativas de supervivencia, una supervivencia que colabora y acepta en ultima estancia el status quo.
Si, es mejor, aunque infinetimalmente, robar productos que dar dinero a nuestros explotadores, !pero no es suficiente¡.
Hace tres mil años al menos que se roba, y la economía capitalista todavía prospera.
Si es la vida lo que buscamos y no mera supervivencia, nos podemos sentar bien en nuestras okupas, comiendo bollos del contenedor y vendiendo nuestras mercancías robadas en e-bay; Tenemos que seguir arriesgandolo todo para desafiar al sistema que nos niega el resto del mundo, si por nada más, al menos para seguir desafiandonos a nosotras mismas.
Nunca hemos estado interesadas en ser o ser vistas como partidarias de ningún estilo de vida. Siempre hemos insistido que ser radical envuelve subvertir todas las posibles elecciones de estilos de vida, todas las estrategias e identidades tradicionales.
La revolución ocurre cuando alguna parte de la ecuación social cambia, cuando trabajadores apolíticos inician una huelga salvaje, cuando las madres de mediana edad empiezan a aparecer en los disturbios al lado de sus hijas, cuando mendigos marginados se integran en las luchas locales por alojamiento accesible...
No nos dejaremos hundir por el desprecio de las gentes
No les dejaremos que nos digan como tenemos, o no, que vivir.
Escapemos de nuestros ghetos subculturales y de la reinterpretacion de los actos subversivos como actos de promoción de estilos de vida alternativos.
Creemos nueva comunidades, con nuevos valores culturales y acercamientos nuevos a los viejos asuntos y no lo reduzcamos a una subcultura allí donde florezcan, porque es en estas comunidades en las que podremos desarrollar y mantener la resistencia, y crear el contexto en que podamos tener vidas plenas.
Es importante que sigamos desafiandonos para que no nos estanquemos en la autosatisfaccion, de momento, la libertad no es para todas, así pues para ninguna.
Subversiva no es algo que soy, sino algo que hago y debo encontrar nuevas formas de hacerlo en cada intento.
No nos relajemos. Incluso las mas curtidas de nosotras, deben empezar cada mañana a pelear para fomentar la insurrección, sacudiéndonos la inercia del pasado, para ver nuevamente lo que la situación requiere. Cada vez que tenemos éxito con esto, cambiamos un poco nuestro mundo, porque es la inercia la que mantiene el mundo girando como hasta ahora.
Si no podemos, estamos acabadas, seremos mas anacronismos que anarquistas, y nuestro activísimo mero retroactivismo. Así alejemonos del pasado, de todas las explicaciones, justificaciones y disculpas, para enfrentar el futuro y los experimentos que llevamos en nuestras cabezas.
Sin duda, habrá ocasión para la controversia y las equivocaciones, si somos lo bastante ambiciosas para seguir empujando nuestros limites y aventurando proyectos lo bastante locos como para funcionar.
Cualquiera puede descubrir las estrategias para la nueva ofensiva, establecer los términos para la próxima revuelta infecciosa, debates encendidos o levantamientos sociales ¿Sera alguna de nosotras?
Liberemonos, sin esperar a que lo hagan por nosotras.
Para cambiar todo: Un llamamiento anarquista
Hace 8 años
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