Afróntemoslo.
Nuestra política es una mierda. Sabemos que es verdad.
De otra manera, ¿Por que todo el mundo se estremece cuando tomamos la palabra?
¿Por que los asistentes a tu grupo de discusión anarco-comunistas están más deprimidos que nunca?
¿Por que el proletariado oprimido no ha recuperado el sentido común y se ha unido a nosotros en nuestra lucha por la liberación mundial?
Quizás, después de años de educarlos sobre su condición de victimas, hemos acabado culpándoles a ellos por su situación.
Ellos deben querer estar bajo la bota del capitalismo, de otro modo, ¿por que no se interesan en nuestras causas políticas?
¿Por que no se unieron a nosotros encadenándose a los muebles de caoba, cantando eslóganes en protestas cuidadosamente planeadas y orquestadas, y frecuentando ateneos anarquistas?
¿Por que no se has sentado a estudiar y aprender toda la terminología necesaria para entender las complejidades de la teoría económica marxista?
La verdad es que nuestra política les aburre porque les consideramoss irrelevantes.
Ellos saben que nuestros anticuados estilos de protesta - nuestras manifestaciones, nuestras pancartas y reuniones - son ahora inoperantes para crear cambio real, porque se han vuelto una parte previsible del status quo.
Ellos saben que nuestra jerga post-marxista esta fuera de onda pues es solamente un lenguaje de mera disputa académica, no un arma capaz de minar los sistemas de control.
Ellos saben que nuestras luchas internas, nuestros grupos disidentes y nuestras interminables disputas sobre efímeras teorías nunca provocaran un ningún cambio real en el mundo que experimentan cada día
Ellos saben que no importa quien esta en la Moncloa, que leyes hay en los libros, que "ismo" es el que prefieren hoy los intelectuales, el contenido de sus vidas será el mismo.
Ellos saben que el aburrimiento es la prueba de que esa "política" no es la llave de ninguna transformación real de la vida, que ya es bastante aburrida.
Y nosotros lo sabemos también.
¿Para cuantos de nosotros es la política una responsabilidad?
¿Algo en lo que nos involucramos porque creemos que debemos, cuando en nuestro corazón hay millones de cosas que podríamos estar haciendo en vez de?
Nuestro trabajo voluntario ¿es nuestro pasatiempo favorito o lo hacemos por un sentimiento de obligación?
¿Por que creéis que es tan difícil motivar a otros para trabajar como lo hacemos?
¿Podría ser que es, sobre todo, un sentimiento de culpa que nos conduce a rellenar nuestro "deber para ser políticamente activo"?
Quizás nosotros hacemos más emocionante nuestro "trabajo" tratando (conscientemente o no) de buscarnos problemas con las autoridades, de ser detenidos: no porque sirva prácticamente a nuestra causa, sino para hacer las cosas más excitantes, para recapturar un poco del romance de los tiempos turbulentos que ya pasaron.
¿Hemos sentido alguna vez que estamos participando en un ritual, una tradición largamente establecida de protesta marginal, que solo sirve para fortalecer la posición de la corriente mayoritaria?
¿Hemos pensado secretamente en escapar del estancamiento y aburrimiento de nuestras "responsabilidades" políticas?
No sorprende que ninguno quiera unirse a nuestros esfuerzos políticos.
Quizás nos digamos que es un duro y desagradecido trabajo, pero alguien tiene que hacerlo.
La respuesta es, NO.
Realmente hacemos un flaco favor con nuestra tediosa y aburrida política.
De hecho no hay nada más importante que la política. La vida diaria es el autentico lugar de la lucha social.
No la política de la democracia institucional y la ley, o quien es elegido de diputado regional o firma las directivas y perpetua el mismo sistema.
No la política de "Estoy en la izquierda radical por que me gusta poner objeciones sobre detalles triviales y escribir retóricamente sobre utopías inalcanzables".
No la política de cualquier líder o ideología que te pide que te sacrifiques por la causa.
Sino la política de la vida de cada día.
Cuando separamos la política de nuestro entorno inmediato, las experiencias diarias de hombres y mujeres individuales, se convierten en irrelevantes. Efectivamente, se vuelve el dominio privado de ricos y confortables intelectuales, que se causan problemas a si mismos con sus deprimentes asuntos teóricos.
Cuando envolvemos la política en un sentido de obligación y convertimos cada acción política en una gris responsabilidad en vez de en una actividad excitante en si misma, asustamos a la gente cuyas vidas ya son lo bastante aburridas como para añadirles mas tedio.
Cuando convertimos la política en una cosa sin vida, en una cosa sin diversión, en una terrible responsabilidad, se convierte solo en otro peso sobre la gente, en vez de algo liberador.
Y así arruinamos la idea de la política para gente que podría considerarla importante.
Para cualquiera que tenga interés en replantearse su vida, en preguntarse a si mismo que quiere y como puede conseguirlo.
Y hacemos parecer la política como un miserable, auto-referencial, sin sentido juego de clase media/bohemia, un juego sin relevancia real para las vidas reales que estámos viviendo.
¿Que debería ser político?
Si nos gusta lo que hacemos para conseguir alimento y refugio.
Si nos sentimos satisfechos, en nuestras interacciones diarias con amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Si tenemos la oportunidad de vivir cada día de la manera que deseemos.
Y "política" no debería consistir meramente en discutir sobre estas cuestiones, sino en actuar directamente para mejorar nuestras vidas en el inmediato presente.
Actuando de una manera que sea en si misma entretenida, excitante y alegre -porque la acción política que es aburrida, cansada y opresiva puede solamente perpetuar el tedio, la fatiga y la opresión en nuestras vidas.
No debemos perder mas tiempo debatiendo sobre asuntos que serán irrelevantes cuando debamos ir a trabajar al día siguiente.
No más predecibles protestas rituales, con las que las autoridades conocen perfectamente como lidiar con ellas.
No más aburridas protestas que no suenen como una manera emocionante para pasar el sábado por la tarde para potenciales simpatizantes.
Nunca más nos sacrificaremos por la causa.
Porque la felicidad en nuestras propias vidas y en las vidas de los demás, será nuestra causa. Después de que hagamos la política relevante e interesante, el resto seguirá solo. Pero desde la mera teoría y la política ritualizada, nada seguirá.
Esto no quiere decir que no debamos mostrar interés en el bienestar de personas, animales o ecosistemas con los que no tenemos contacto directamente en nuestra vida diaria.
Pero la cimientos de nuestra política deben ser concretos, deben ser inmediatos, debe ser obvio para todo el mundo que merece la pena el esfuerzo, debe ser interesante por si mismo.
¿Como podemos hacer cosas positivas por los demás si no somos capaces de disfrutar de nuestras propias vidas?
Como ejemplo concreto: una tarde recogiendo comida de contenedores en los que las tiendas han arrojado sus sobras, y repartirlas entre gente hambrienta o cansada de trabajar para pagar por su comida, es una buena acción política, pero solo si te gusta hacerlo. Si lo hacemos con amigas, si los encontramos nuevos mientras lo hacemos, si nos enamoramos o intercambiamos historias divertidas o simplemente nos sentimos bien por haber ayudado a alguien a luchar contra sus necesidades económicas, entonces es una buena acción política.
De otro modo, si nos pasamos la tarde escribiendo una enojada carta a un oscuro panfleto de izquierdas protestando por el uso que se da de la terminología anarco-sindicalistas, esto no va a lograr una mierda, y lo sabemos.
Quizá es hora de buscar una nueva palabra para "política" ya que hemos hecho una especie de taco de la antigua.
Nadie debe ser dejado de lado cuando hablamos de actuar juntos para mejorar nuestras vidas.
Y te presentamos nuestras demandas, que son innegociables, y deben ser conseguidas lo antes posible, porque no vamos a vivir para siempre, ¿no?
1. Hacer la política relevante para nuestra vida diaria de nuevo. Cuanto mas lejos este el objeto de nuestra preocupación, menos significara para nosotros, cuanto menos real y apremiante nos parezca, mas extraña la política será.
2. Una actividad política debe ser divertida y excitante por si misma. No podemos escapar de lo que nos deprime, actuando deprimentemente.
3. Para conseguir los dos primeros pasos, enteramente nuevos métodos y acercamientos políticos deben ser creados. Los viejos están caducados y pasados de moda. Quizás nunca fueron demasiado buenos y esa es la razón porque el mundo es ahora de la manera que es.
4. ¡Divirtamonos! no hay ninguna excusa para aburrirse... ¡o aburrir! Unamonos para hacer de la "revolución" un juego, un juego en el que se las apuestas son las mas altas posibles, pero, sin embargo un divertido y despreocupado juego.
Crimethinc. Your Politics Are Boring As Fuck
Para cambiar todo: Un llamamiento anarquista
Hace 8 años
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