martes, 16 de marzo de 2010

Nuestra politica es aburrida. ¡Cambiemosla!.

Afróntemoslo.
Nuestra política es una mierda. Sabemos que es verdad.
De otra manera, ¿Por que todo el mundo se estremece cuando tomamos la palabra?
¿Por que los asistentes a tu grupo de discusión anarco-comunistas están más deprimidos que nunca?
¿Por que el proletariado oprimido no ha recuperado el sentido común y se ha unido a nosotros en nuestra lucha por la liberación mundial?
Quizás, después de años de educarlos sobre su condición de victimas, hemos acabado culpándoles a ellos por su situación.
Ellos deben querer estar bajo la bota del capitalismo, de otro modo, ¿por que no se interesan en nuestras causas políticas?
¿Por que no se unieron a nosotros encadenándose a los muebles de caoba, cantando eslóganes en protestas cuidadosamente planeadas y orquestadas, y frecuentando ateneos anarquistas?
¿Por que no se has sentado a estudiar y aprender toda la terminología necesaria para entender las complejidades de la teoría económica marxista?
La verdad es que nuestra política les aburre porque les consideramoss irrelevantes.
Ellos saben que nuestros anticuados estilos de protesta - nuestras manifestaciones, nuestras pancartas y reuniones - son ahora inoperantes para crear cambio real, porque se han vuelto una parte previsible del status quo.
Ellos saben que nuestra jerga post-marxista esta fuera de onda pues es solamente un lenguaje de mera disputa académica, no un arma capaz de minar los sistemas de control.
Ellos saben que nuestras luchas internas, nuestros grupos disidentes y nuestras interminables disputas sobre efímeras teorías nunca provocaran un ningún cambio real en el mundo que experimentan cada día
Ellos saben que no importa quien esta en la Moncloa, que leyes hay en los libros, que "ismo" es el que prefieren hoy los intelectuales, el contenido de sus vidas será el mismo.
Ellos saben que el aburrimiento es la prueba de que esa "política" no es la llave de ninguna transformación real de la vida, que ya es bastante aburrida.
Y nosotros lo sabemos también.
¿Para cuantos de nosotros es la política una responsabilidad?
¿Algo en lo que nos involucramos porque creemos que debemos, cuando en nuestro corazón hay millones de cosas que podríamos estar haciendo en vez de?
Nuestro trabajo voluntario ¿es nuestro pasatiempo favorito o lo hacemos por un sentimiento de obligación?
¿Por que creéis que es tan difícil motivar a otros para trabajar como lo hacemos?
¿Podría ser que es, sobre todo, un sentimiento de culpa que nos conduce a rellenar nuestro "deber para ser políticamente activo"?
Quizás nosotros hacemos más emocionante nuestro "trabajo" tratando (conscientemente o no) de buscarnos problemas con las autoridades, de ser detenidos: no porque sirva prácticamente a nuestra causa, sino para hacer las cosas más excitantes, para recapturar un poco del romance de los tiempos turbulentos que ya pasaron.
¿Hemos sentido alguna vez que estamos participando en un ritual, una tradición largamente establecida de protesta marginal, que solo sirve para fortalecer la posición de la corriente mayoritaria?
¿Hemos pensado secretamente en escapar del estancamiento y aburrimiento de nuestras "responsabilidades" políticas?
No sorprende que ninguno quiera unirse a nuestros esfuerzos políticos.
Quizás nos digamos que es un duro y desagradecido trabajo, pero alguien tiene que hacerlo.
La respuesta es, NO.
Realmente hacemos un flaco favor con nuestra tediosa y aburrida política.
De hecho no hay nada más importante que la política. La vida diaria es el autentico lugar de la lucha social.
No la política de la democracia institucional y la ley, o quien es elegido de diputado regional o firma las directivas y perpetua el mismo sistema.
No la política de "Estoy en la izquierda radical por que me gusta poner objeciones sobre detalles triviales y escribir retóricamente sobre utopías inalcanzables".
No la política de cualquier líder o ideología que te pide que te sacrifiques por la causa.
Sino la política de la vida de cada día.
Cuando separamos la política de nuestro entorno inmediato, las experiencias diarias de hombres y mujeres individuales, se convierten en irrelevantes. Efectivamente, se vuelve el dominio privado de ricos y confortables intelectuales, que se causan problemas a si mismos con sus deprimentes asuntos teóricos.
Cuando envolvemos la política en un sentido de obligación y convertimos cada acción política en una gris responsabilidad en vez de en una actividad excitante en si misma, asustamos a la gente cuyas vidas ya son lo bastante aburridas como para añadirles mas tedio.
Cuando convertimos la política en una cosa sin vida, en una cosa sin diversión, en una terrible responsabilidad, se convierte solo en otro peso sobre la gente, en vez de algo liberador.
Y así arruinamos la idea de la política para gente que podría considerarla importante.
Para cualquiera que tenga interés en replantearse su vida, en preguntarse a si mismo que quiere y como puede conseguirlo.
Y hacemos parecer la política como un miserable, auto-referencial, sin sentido juego de clase media/bohemia, un juego sin relevancia real para las vidas reales que estámos viviendo.
¿Que debería ser político?
Si nos gusta lo que hacemos para conseguir alimento y refugio.
Si nos sentimos satisfechos, en nuestras interacciones diarias con amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Si tenemos la oportunidad de vivir cada día de la manera que deseemos.
Y "política" no debería consistir meramente en discutir sobre estas cuestiones, sino en actuar directamente para mejorar nuestras vidas en el inmediato presente.
Actuando de una manera que sea en si misma entretenida, excitante y alegre -porque la acción política que es aburrida, cansada y opresiva puede solamente perpetuar el tedio, la fatiga y la opresión en nuestras vidas.
No debemos perder mas tiempo debatiendo sobre asuntos que serán irrelevantes cuando debamos ir a trabajar al día siguiente.
No más predecibles protestas rituales, con las que las autoridades conocen perfectamente como lidiar con ellas.
No más aburridas protestas que no suenen como una manera emocionante para pasar el sábado por la tarde para potenciales simpatizantes.
Nunca más nos sacrificaremos por la causa.
Porque la felicidad en nuestras propias vidas y en las vidas de los demás, será nuestra causa. Después de que hagamos la política relevante e interesante, el resto seguirá solo. Pero desde la mera teoría y la política ritualizada, nada seguirá.
Esto no quiere decir que no debamos mostrar interés en el bienestar de personas, animales o ecosistemas con los que no tenemos contacto directamente en nuestra vida diaria.
Pero la cimientos de nuestra política deben ser concretos, deben ser inmediatos, debe ser obvio para todo el mundo que merece la pena el esfuerzo, debe ser interesante por si mismo.
¿Como podemos hacer cosas positivas por los demás si no somos capaces de disfrutar de nuestras propias vidas?
Como ejemplo concreto: una tarde recogiendo comida de contenedores en los que las tiendas han arrojado sus sobras, y repartirlas entre gente hambrienta o cansada de trabajar para pagar por su comida, es una buena acción política, pero solo si te gusta hacerlo. Si lo hacemos con amigas, si los encontramos nuevos mientras lo hacemos, si nos enamoramos o intercambiamos historias divertidas o simplemente nos sentimos bien por haber ayudado a alguien a luchar contra sus necesidades económicas, entonces es una buena acción política.
De otro modo, si nos pasamos la tarde escribiendo una enojada carta a un oscuro panfleto de izquierdas protestando por el uso que se da de la terminología anarco-sindicalistas, esto no va a lograr una mierda, y lo sabemos.
Quizá es hora de buscar una nueva palabra para "política" ya que hemos hecho una especie de taco de la antigua.
Nadie debe ser dejado de lado cuando hablamos de actuar juntos para mejorar nuestras vidas.
Y te presentamos nuestras demandas, que son innegociables, y deben ser conseguidas lo antes posible, porque no vamos a vivir para siempre, ¿no?
1. Hacer la política relevante para nuestra vida diaria de nuevo. Cuanto mas lejos este el objeto de nuestra preocupación, menos significara para nosotros, cuanto menos real y apremiante nos parezca, mas extraña la política será.
2. Una actividad política debe ser divertida y excitante por si misma. No podemos escapar de lo que nos deprime, actuando deprimentemente.
3. Para conseguir los dos primeros pasos, enteramente nuevos métodos y acercamientos políticos deben ser creados. Los viejos están caducados y pasados de moda. Quizás nunca fueron demasiado buenos y esa es la razón porque el mundo es ahora de la manera que es.
4. ¡Divirtamonos! no hay ninguna excusa para aburrirse... ¡o aburrir! Unamonos para hacer de la "revolución" un juego, un juego en el que se las apuestas son las mas altas posibles, pero, sin embargo un divertido y despreocupado juego.

Crimethinc. Your Politics Are Boring As Fuck

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Cuan etica es la etica del trabajo?

¿Alguna vez te has preguntado por qué tus padres actúaban de manera tan descolocada cuando se trataba de las actividades de "ocio"?
¿Por qué empezaban un hobby y lo iban dejando poco a poco o bien se convertía en una patología obsesiva, aun cuando ese hobby parecía no tener nada que ver con su vida?
Puede que intentaran olvidarse de sí mismos a través de la jardinería o siendo forofos de un club de fútbol, o de todos.
Puede que tu padre comprara un kit de herramientas completo, pero que sólo lo usara unos días antes de dejarlos de lado, para comprarse un equipo de esquí al mes siguiente.
O puede que simplemente se preguntara cómo pagar las deudas que tenia después de haberse comprado esa televisión de plasma gigante ante la cual se pasaba el resto de su tiempo. ¿Fueron honestos contigo alguna vez acerca de sus trabajos? ¿Disfrutaban en ellos? ¿Era el trabajo lo más excitante que podían estar haciendo? ¿Fueron capaces de llegar a cumplir las metas que deseaban? ¿Se sentían satisfechos y orgullosos cada día que llegan a casa, o cansados y malhumorados? ¿No encendían esa enorme televisión sólo llegar a casa? ¿Tenían la energía para hacer algo más?
¿Te has preguntado alguna vez si podía haber algo mejor para ellos? ¿y para ti?
¿Cómo es el trabajo?
Debido a la "división del trabajo", la mayoría consisten en realizar tareas muy específicas, una y otra vez, con muy poca variedad.
Si eres un friegaplatos, friegas platos: no tienes la posibilidad de interaccionar con otra gente o solucionar complicados problemas muy a menudo, y nunca puedes abandonar la cocina iluminada con fluorescentes y salir corriendo a ver el sol.
Si eres un agente inmobiliario no utilizas nunca tus manos para hacer algo, y te pasas la mayoría del tiempo pensando acerca de la crisis y como encadenar de por vida a tus semejantes.
Incluso trabajos que incluyen una cierta dosis de variedad solo son interesantes hasta cierto punto, dado que trabajamos un promedio cuarenta horas a la semana, y como mínimo cinco días de siete.
Es una gran parte de nuestras vidas la que dedicamos al trabajo.
El trabajo es la primera cosa que hacemos en la mayoría de días de nuestras vidas, y no conseguimos hacer nada más.
Cuando dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo y energía trabajando en una tarea que no nos gusta, tarde o temprano nos sentiremos aburridos y desesperados, incluso aunque estemos condicionados a no darnos cuenta de ello.
Además de esto, debido a su voracidad, las grandes empresas han tomado un papel dominante, con el resultado del decrecimiento del autoempleo y de los negocios pequeños. Por ello la mayoría de nosotros no tenemos mucha voz sobre cuáles serán nuestras responsabilidades en el trabajo . Es difícil empezar tu propio negocio o encontrar un vecino para el cual trabajar.
A menudo para sobrevivir hemos de hacer un trabajo en el cual debemos obedecer a un cargo intermedio que no tiene mucho más control sobre su trabajo que nosotros sobre el nuestro. Dado que no tenemos posibilidad de decidir lo que hacemos, hay muchas posibilidades de que nos sintamos alienados por nuestro trabajo, desinteresados por la calidad de nuestro trabajo.
A menudo sentimos que los proyectos en los que trabajamos son poco importantes. Es fácil, ya que en realidad, la mayoría lo son.
En nuestra economía capitalista, los trabajos que están disponibles estarán determinados por qué productos tengan más demanda, y a menudo los productos que tienen más demanda ( armas, comida rápida, coches, ropas de marca, obras publicas) no son productos que realmente hagan felices a la gente.
Es fácil sentir que todo tu trabajo es malgastado cuando los productos en los que trabajas tan duro parecen no hacer más felices a la gente que los compran.
¿Cuánta gente realmente se siente feliz por las patatas del fast food? Seguro que se sentirán más felices comiendo una comida hecha por un amigo o por un cocinero conocido y que sea el dueño de su restaurante?
Resumiendo, el "trabajo" tal como lo concebimos tiende a hacernos infelices porque hacemos demasiado, porque es tan repetitivo, porque no podemos elegir qué hacemos y porque lo que hacemos es a menudo poco importante para la gente.
¿Y cómo es nuestro tiempo libre?
Llegamos a casa exhaustos del trabajo, exhaustos de invertir todo nuestro tiempo y energía en un proyecto que es muy posible que no hayamos tenido la oportunidad de escoger, y lo que necesitamos en recuperarnos. Estamos física y emocionalmente quemados, y nada parece más natural que sentarse tranquilamente un rato y ver la televisión o leer el periódico, mientras tratamos de reunir la fuerza necesaria para el siguiente día de trabajo.
Puede que intentemos dejar atrás nuestro cansancio y fustración concentrándonos en un pasatiempo u otro; pero debido a que no estamos muy acostumbrados en dirigirnos a nosotros mismos, ocurre que a menudo no sabemos qué queremos realmente cuando estamos libres en casa.
Desde luego que habrá una u otra empresa que tenga unas cuantas sugerencias para ello, ya sea a través de la publicidad o al observar a nuestros vecinos.
Pero es seguro que esas empresas tienen como mínimo el mismo interés en sus beneficios que en nuestra satisfacción. De forma similar, es obvio que no tenemos ni el tiempo ni la energía suficiente después del trabajo como para cuestionar nuestra situación, ni participar en actividades que nos satisfagan si éstas requieren mucho tiempo o energía.
No nos gusta pensar demasiado en si nos gusta nuestro trabajo, nuestras vidas. Es más, esto podría resultarnos deprimente, y, de todas formas, ¿qué podemos hacer nosotros si no lo disfrutamos?
No tenemos la energía suficiente como para disfrutar del arte o de la música que son realmente desafiantes; necesitamos que nuestra música sea tranquila, que el arte no sea amenazador, que nuestros libros sean puro entretenimiento.
De hecho, hemos asociado el realizar un esfuerzo con hacer cosas en el trabajo, el relajarnos y no hacer nada con nuestro "tiempo libre". De esta manera, ya que a muchos de nosotros no nos gusta nuestro trabajo, hemos asociado el "hacer cosas" con sentirse infeliz, mientras que la felicidad, que nosotros sepamos, es... no hacer nada.
Nunca actuamos por nosotros mismos, porque gastamos todos nuestros días actuando para otra gente, y pensamos que actuar y trabajar duro significa el camino hacia la infelicidad.
Nuestra idea de felicidad es no tener que actuar ni hacer, estar en perpetuas vacaciones.
Y esta es la razón última por la que muchos de nosotros somos infelices: porque la felicidad no significa no hacer nada, significa actuar de forma creativa, hacer cosas, trabajar duro en aquello en lo que crees.
La felicidad es una corredora de larga distancia: enamorarse, cocinar una receta original para gente que amas, fabricarte una estantería, componer una canción... No hay felicidad posible en sentarse en el sofá: es algo que debemos perseguir.
No somos infelices por tener que hacer cosas, lo somos porque todas las cosas que hacemos no tienen significado para nosotros. Y dado que nuestros trabajos nos agotan y nos alejan de lo que deseamos, son la fuente de mucha de nuestra insatisfacción.
¿Cuál es la Solución?
Sabemos que no tenemos que trabajar siempre, o tanto, en esos empleos. Es posible arreglárselas sin Coca-cola y sin ropas caras, sin la enorme televisión panorámica y sin el diseño decorativo de nuestro hogar. Podemos intentar iniciar nuestro propio negocio haciendo algo que nos interese (aunque aún así corremos peligro, sobre todo de autoexplotacion), o podemos intentar encontrar un trabajo que nos guste en el mercado laboral de hoy en día (¡buena suerte!), y esto nos puede permitir tener suficiente tiempo y energía como para hacer otras cosas que disfrutamos.
Lo más importante es organizarnos la vida de forma que hagamos cosas porque las queramos hacer, no porque creen beneficios. De lo contrario, sin importar cuánto dinero ganemos, estaremos vendiendo nuestra felicidad por dinero. Recordemos que cuánto menos gastemos, menos tendremos que preocuparnos acerca de cómo conseguir dinero, y menos tendremos que trabajar en esos lugares deshumanizadores.
Aprendamos a utilizar nuestro "tiempo libre", a no vegetar ni gastanos dinero en entretenimiento, sino para crear cosas y realizarnos en ellas. Puede que sean cosas en las que nadie se gastara dinero, pero que hacen de nuestra vida (y puede que la de otros) algo mejor. Algunos argumentarán que el sistema en el que vivimos se quebraría si todos nos largáramos de nuestros puestos de trabajo: ¿sí? pues mejor. ¿Es que no hemos construido ya suficientes coches, centros comerciales, televisiones y campos de golf? ¿Suficientes plantas nucleares? ¿No sería todo mejor si hubiera una escasez de fast-food y un aumento de comida casera?. Si hacer música es más satisfactorio que trabajar en una linea de montaje, ¿por qué hay tan pocos buenos grupos y tantos aparatos de radio?.
Por supuesto, un mundo "libre de trabajo" es un sueño que probablemente nunca veremos; pero, como siempre, el desafío es hacer de este sueño una parte de nuestro mundo, tanto como podamos, para liberarnos de las cadenas del consumismo irracional y de los trabajos derrite-cerebros para vivir una vida que tenga más significado.

Work Ethic. Crimethinc