jueves, 9 de diciembre de 2010
¿Estamos ya preparadas para perder el control?*
¿Es ver cosas más excitante que hacerlas? ¿tenemos bastante tiempo para hacer las cosas que queremos hacer? ¿Tenemos suficiente energía? ¿por que? ¿cuantas horas dormimos al día?
¿Como nos afecta el tiempo estandarizado, diseñado únicamente para sincronizar nuestros movimientos con los de otros millones de personas? ¿Cuanto tiempo podemos estar sin saber que hora es? ¿Quien o que controla nuestros minutos y horas, el tiempo que realmente tiene importancia en nuestra vida? ¿estamos ahorrando tiempo?
¿Ahorrandolo para que?
¿Podemos ponerle valor a un precioso día, cuando los pajaros están cantando y la gente pasea tranquilamente? ¿Cuantos euros la hora nos tienen que pagar para que nos quedemos dentro y vendamos cosas o rellenemos el papeleo? ¿Que obtendremos después que nos compense por este día de nuestra vida?
¿Como nos afecta estar entre la multitud, ser rodeado por las masas anonimas? ¿Cuan a menudo nos sorprendemos a nosotras mismas bloqueando nuestras respuestas emocionales hacia otros seres humanos? ¿quien cocina nuestras comidas? ¿cuantas veces comemos solas? ¿cuantas veces comemos de pie? ¿cuanto sabemos sobre lo que comemos y sobre donde procede? ¿cuanto confíamos en ello?
¿De que nos privan los instrumentos que ahorran trabajo? ¿de que los que ahorran pensamiento? ¿Como nos afectan los requerimientos de eficiencia? ¿quien emplaza el valor en el producto en vez de el proceso? ¿en el futuro en vez de en el presente? El momento presente que se esta volviendo cada vez mas corto a medida que nos aceleramos más y más hacia el futuro. ¿Para que nos aceleramos tanto? ¿estamos ahorrando tiempo? ¿tiempo para que?
¿Como nos afecta movernos alrededor por caminos prescritos, en ascensores, autobuses, metros, escaleras mecánicas, en autopistas y aceras? ¿Por movernos, trabajar y vivir en dos o tres cuadriculas dimensionales? ¿Como nos afecta estar organizadas, inmovilizadas y programadas en vez de vagar espontáneamente y deambular libremente? ¿rebuscando en la basura? ¿robando en las tiendas? ¿Cuanta libertad de movimiento tenemos, libertad para movernos a través del espacio, para movernos tan rápido como queramos en nuevas e inexploradas direcciones?
¿Como nos afecta esperar? Esperar en la cola, esperar en el trafico, esperar para comer, esperar el bus, esperar para mear, aprendiendo a penalizar e ignorar nuestras urgencias espontáneas. ¿Como nos afecta contener nuestros deseos? ¿Por la represión sexual, por el aplazamiento o la negación del placer, permaneciendo en la infancia, con la supresión de cualquier cosa en nosotras que sea espontánea, cualquier cosa que evidencie nuestra naturaleza salvaje, nuestra pertenencia al mundo animal? ¿Es el placer peligroso?
¿Puede el peligro ser dichoso? ¿Necesitamos alguna vez ver el cielo? ¿podemos ver todavía suficientes estrellas en el? ¿Necesitamos ver agua, hojas, follaje, animales? ¿Brillando, vislumbrando, moviendose? ¿es por eso que tenemos mascotas, un acuario, plantas? ¿O son la televisión y el vídeo nuestros brillos, vislumbres y movimientos? ¿Cuanta de nuestra vida viene vicariamente a través de una pantalla? Si nuestra vida fuera una película... ¿la veríamos? ¿Como nos sentimos en las situaciones de forzada pasividad?
¿Como nos afecta el ataque ininterrumpido de comunicacion simbólica: audiovisual, impresa, anuncios, vídeo, radio, voces robóticas, mientras paseamos entre un bosque de signos? ¿que es lo que están lanzando sobre nosotras? ¿Necesitamos alguna vez soledad, contemplación, quietud? ¿Las recordamos? ¿Pensar por nosotras mismas en vez de reaccionar a los estímulos? ¿es duro mirar para otro lado?
¿Es mirar la realidad lo que no esta permitido? ¿Donde podemos encontrar silencio y tranquilidad? No ruido blanco, sino puro silencio. No soledad sino gentil aislamiento. ¿Cuan a menudo nos hacemos preguntas como estas? ¿Cuantas veces nos sorprendemos a nosotras mismas con actos de violencia simbólica? ¿Cuantas veces nos sentimos solas de una manera que las palabras no pueden expresar?
¿Cuantas veces nos sentimos preparadas para perder el control?
Crimethic. Are we ready to loose control?
miércoles, 13 de octubre de 2010
El Futuro.
O mejor dicho, el mundo siempre está terminando: lo que viene después depende de nosotros. Todas las mañanas nos despertamos, sudamos y sangramos para poner una copia exacta del mundo del día anterior en su lugar. Claro que, no necesitamos hacer nada de esto; pero lo hacemos por nuestros miedos, nuestra impotencia, nuestra ingenua y mezquina ambición; o sencillamente por falta de imaginación. En cualquier momento podríamos dejar de pagar alquiler y de ir a trabajar (nada nos podría parar si lo hiciéramos al mismo tiempo) y volver a empezar en una sociedad sin señores ni préstamos. Todos hemos soñado con ello al menos una vez; y no, no son la policía o los políticos los que hacen que todo este montaje siga en pie: es nuestra complicidad y complacencia; sin mencionar nuestra falta de fe en el prójimo, lo que hace que nada cambie.
Pero no importa lo mucho que queramos que todo siga siendo así, el Desastre no es sostenible. El mundo del capitalismo, tal y como lo conocemos hoy no durará más de cinco generaciones -cualquier experto en medio ambiente puede decirte por qué. Del mismo modo, nadie tiene ya que discutir acerca de la destrucción de la clase media: ya está destruida, es la clase de la gente consumida por el materialismo y la duplicidad, de la gente que sufre constantemente trastornos emocionales y psicológicos que cualquier psiquiatra conoce y puede avalar. No es una cuestión de que si el sistema en el que nos hemos criado ha hecho de éste el mejor de todos los mundos posibles –a estas alturas todo el mundo conoce la respuesta- más que de que cómo vamos a controlar el caos que se va a producir cuando los terroristas crucen fronteras, la crisis petrolera llegue y nuestros ordenadores y plantas eléctricas se rompan y desmoronen. Considerar otras opciones y ponerlas en práctica no es radical: es sentido común cuando las predicciones de un futuro negro empiezan a hacerse realidad.
¿Pero de verdad viviremos para ver algo más? ¿Nos atreveremos a descubrir otros mundos?
A pesar de la seriedad de la situación, esto no es un destino que nos atormenta y del que nadie puede escapar. Del mismo modo que hay gente con la que convivimos codo con codo, pero que sin embargo habita en otros mundos, hay varios futuros; el futuro del que serás testigo depende de lo que hagas mientras llega. Es más, la pesadilla que nos aguarda existe precisamente en la medida en la que hemos contribuido a que se haga realidad: todos los días trabajamos por ella, compramos de ella, hipotecamos nuestras vidas a ella y invertimos en ella; hasta convertirla en lo único que podemos esperar.
Del mismo modo, el mundo de nuestros sueños existe en la medida en que vivimos como si ya existieran -no hay otra manera de que se hagan realidad. La revolución de cada persona es una revolución social en miniatura: no te preguntes cuando el cambio radical llegará, sino cuándo llegará el tuyo y cómo puedes alcanzarlo. Si puedes hacerlo, el resto del mundo puede también.
Y cuando de verdad luches por ello, cuando tus acciones abran de buena fe un portal hacia otra forma de vivir; los que se escondían saldrán y se unirán a ti. ¿O es que creías que eres el único loco aquí? Es necesaria una nación entera trabajando por la fuerza o por necesidad para que las cosas sigan funcionando, y siempre habrá gente que conozca lo poco que sacan de ello.
Son los millones a los que nadie consulta en las encuestas nacionales, la gente que nunca aparece en televisión, la gente que dormita esperando a que llegue un punto crítico para poder entrar en acción, con sus propias aspiraciones que alcanzar y sus propios deseos de ser libres; desesperados por luchar por algo que merezca la pena, por una pasión que los dirija.
Todos ellos matan el tiempo, a la vez que a sí mismos, mientras tanto; con problemas de anorexia y alcoholismo, matrimonios muertos y trabajos sin futuro. Cada día dejamos a un lado aquello de tomar riesgos que en el fondo sabemos que debemos tomar, esperando al momento oportuno o a que alguien lo intente antes; o si no, sintiéndonos demasiado cansados para no hacer nada. Por ello vemos la sangre de aquellos que se mataron a sí mismos y no aguantaban un día más; vemos las relaciones arruinadas que no pudieron sobrevivir a un vacío sin amor; vemos a los artistas y románticos desesperados, enterrados dentro del cuerpo del empleado corriente.
La próxima vez que el mundo termine, no estaremos paralizados ni viéndolo por televisión. Estaremos ahí fuera decidiendo por nosotros mismos qué vendrá luego, cortando las antenas y derribando transmisores si necesitamos que otros se nos unan.
No es demasiado tarde para vivir como si no hubiera un mañana -es más, nuestra esperanza y nuestro futuro depende de ello. Di tus últimas palabras ahora, y empieza con quien quiera unirse a tu causa.
Los sueños se rebelan, y sí pueden hacerse realidad."
viernes, 24 de septiembre de 2010
Luchando en los nuevos tiempos
Obertura: Cuanto más cosas cambian...
Había una vez, en la que el bloque básico de construcción del patriarcado era la familia nuclear, y llamar a su abolición era una demanda radical. Ahora las familias están cada vez más fragmentadas, pero... ¿ha expandido esto el poder de las mujeres o la autonomía de los niños?
Había una vez, en la que los medios de comunicación de masas consistían solamente en unas pocas televisiones y canales de radio. Ahora no solo se han multiplicado hasta el infinito sino que comparten espacio con otras formas mediáticas como Facebook, Tuenti, Youtube, y Twitter. Pero... ¿ha acabado esto con su consumo pasivo? y, estructuralmente hablando ¿cuanto control tienen los usuarios realmente sobre estos formatos?
Había una vez, en la que las películas eran la fundamental y más precisa representación de una sociedad basada en los espectadores; hoy los videojuegos nos permiten protagonizar nuestras propias fantasías, y hacen más negocio que Hollywood. En una audiencia mirando una película, cada una de nosotras esta sola; lo máximo que podemos hacer es abuchear cuando la línea argumental nos escandaliza. En los videojuegos, por otro lado, podemos interactuar en tiempo real con versiones virtuales de otras jugadoras. ¿Es esto una libertad más grande? ¿Es esto más comunidad?
Habia una vez, en la que podíamos hablar de una corriente, social y cultural, principal , y las subculturas en si mismas parecían subversivas. Ahora la "diversidad" es una prima para nuestros gobernantes, y la subcultura es un motor esencial de la sociedad de consumo: cuantas más identidades, más mercados.
Había una vez, en la que crecíamos en la misma comunidad que nuestras madres y abuelas, y los viajes se podían considerar como una fuerza desestabilizante que interrumpía las estáticas configuraciones sociales y culturales. Hoy la vida esta caracterizada por el constante movimiento en nuestra lucha para seguirle el ritmo a las demandas del mercado; en lugar de configuraciones represivas, tenemos permanente fugacidad, atomización universal.
Había una vez, en la que las trabajadoras permanecíamos en un mismo lugar de trabajo por años y décadas, desarrollando lazos sociales y puntos de referencia comunes que hacían posibles los antiguos sindicatos. Hoy, el empleo es cada vez mas temporal y precario, y más y más trabajadores cambian de las factorías y sindicatos a la industria de servicios y la flexibilidad obligatoria.
Había una vez, en la que el trabajo asalariado era una esfera distinta de la vida, y era fácil reconocer y rebelarse en contra de las formas en que nuestro potencial productivo era explotado. Ahora cada aspecto de nuestra existencia se ha convertido en "trabajo", en el sentido de actividad que produce valor en la economía capitalista. Mirando nuestra cuenta de correo, incrementamos el capital de los que venden su publicidad. En lugar de distintos roles especializados en la economía capitalista, nosotras vemos cada vez más formas de producción de capital, flexibles, colectivas, por muchas de las cuales ni siquiera se nos paga.
Había una vez, en la que el mundo estaba lleno de dictadores cuyo poder estaba claramente sostenido desde arriba y podía ser combatido en consonancia. Ahora han dejado paso a democracias que dan la impresión de incluir a más gente en el proceso político, legitimando así los poderes represivos del estado.
Había una vez, en la que la unidad esencial de poder del estado era la nación, y las naciones competían entre ella para afirmas sus intereses particulares. En la era de la globalización capitalista, los intereses del poder estatal transcienden las fronteras de la nación, y el modelo dominante de conflicto no es la guerra sino la vigilancia y control. Se emplea ocasionalmente contra naciones rebeldes, pero es continuamente implementada contra la gente.
Habia una vez, en la que podíamos dibujar líneas, aunque arbitrarias, entre el llamado primer mundo y el tercer mundo. Hoy el primer mundo y el tercer mundo coexisten en cada ciudad.
Ahora se nos dice que parece que aunque obtengamos lo que queremos no somos felices, cuando en realidad el punto esta, no en condenar el flujo de la historia o llorar porque nuestras innovaciones han sido usurpadas, sino tratar de conocer como algunas de nuestras propias formas de resistencia han pasado a formar parte del mundo que queremos cambiar.
Luchando en el nuevo terreno.
En este final de siglo solo podemos imaginar nuestra lucha como una forma de deserción del poderoso orden social.
Hace diez años, quizá como ilusas, estábamos por la inmediatez, la descentralización, y la resistencia hazla-tu-misma contra el capitalismo. Añadimos algunos elementos provocativos: anonimato, plagio, crimen, hedonismo, el rechazo al trabajo, la deslegitimización de la historia en favor del mito, la idea de que la lucha revolucionaria podía ser una romántica aventura.
Nuestro enfoque estaba determinado por su contexto histórico específico. El bloque soviético acababa de colapsar y las inminentes crisis ecológicas, políticas y económicas todavía no estaban a la vista. El capitalismo triunfalista estaba en su máximo. Nosotras nos centramos en minar los valores de la clase media, porque las teníamos como representación de las aspiraciones de todo el mundo, presentamos muestra lucha como proyecto individual porque era difícil imaginar otra cosa.
Cuando el movimiento anti-globalización gano fuerza y dio paso a los movimientos antiguerra, empezamos conceptualmente a luchar más colectivamente, aunque todavía desde la forma originaria de decisión personal de oposición contra el firmemente enraizado orden establecido.
Hoy mucho de lo que proclamábamos se ha convertido en pasado. A medida que el capitalismo ha ido mutando hacia un estado de crisis perpetua y las innovaciones tecnológicas han penetrado mas profundamente en cada aspecto de la vida, la inestabilidad, la descentralización y el anonimato han venido a caracterizar nuestra sociedad sin acercarnos para nada al mundo de nuestros sueños.
Las radicales a menudo pensamos que estamos hay fuera en el páramo, desconectadas de la sociedad, cuando en realidad somos su borde cortante, aunque no necesariamente nos movamos siempre hacia los objetivos que ella propugna.
La resistencia es el motor de la historia, conduce los desarrollos sociales, políticos y tecnológicos, forzando al orden establecido a innovar constantemente para flanquear o absorber la oposición. Así quizá estamos contribuyendo a tremendas transformaciones sin conseguir nunca nuestros objetivos.
Esto no da a las radicales el poder de determinar los acontecimientos del mundo, ni afirma que nos encontremos a menudo inconscientemente en su cúspide. Medidas contra las infinitudes de la historia, todas nuestras acciones son infinitesimales, pero la noción de teoría política presupone que todavía es posible utilizarlas significativamente.
Cuando ideamos campañas individuales, tenemos que tener cuidado de no hacer demandas que puedan ser desactivadas mediante reformas parciales, no sea que nuestros opresores nos neutralicen simplemente garantizándolas. Los ejemplos de programas radicales que han sido fácilmente contaminados resultan tan obvios que es prácticamente vulgar señalarlos: el fetichismo de la bicicleta, la tecnología "sostenible", "comprar local", "consumo ecológico" y otra formas de consumo ético, el trabajo voluntario que mitiga el sufrimiento causado por el capitalismo global sin amenazar sus raíces. etc.
Pero este fenómeno puede también ocurrir a nivel estructural. Debemos mirar las vías que hemos segido para tratar de conseguir un cambio social amplio, no vaya a ser que tome forma sin sacudir los cimientos del capitalismo y la jerarquía, así la próxima vez llevaremos nuestros esfuerzos hasta el final.
EHoy debe convertirse en una línea de vuelo fuera de este colapsante mundo.
No trabajar, ¿funciona?
La provocación que nos definía en nuestros primeros años fue tomar literalmente el dictado de los situacionistas: TRABAJAR NUNCA. Unas pocas de nosotras decidimos testarlo en nuestra propia piel para ver si era realmente posible. Esta pequeña bravuconada nos enseño todo el genio de la juventud libre, y todos sus peligros. Aunque un incontable numero a recorrido este camino con anterioridad, para nosotras fue como si fuéramos los primeros monos enviados al espacio. De cualquier modo, estábamos haciendo algo, tomándonos el sueño de la revolución en serio, como un proyecto que una puede iniciar con su propia vida inmediatamente, con, como solíamos decir, un aristocrático desden por las consecuencias.
Es tentador escobarlo fuera como mera performance. Aunque todavía tenemos que entenderlo como un intento de responder la pregunta que todavía enfrentamos como proyectos de revolucionarias: ¿Que puede interrumpir nuestra obediencia? Los insurreccionalistas contemporáneos están ahora intentando formular esa misma pregunta, aunque las respuestas que ofrecen son igualmente limitadas. Por si mismos, ni el paro voluntario ni el vandalismo parecen ser capaces de empujar la sociedad hacia una situación revolucionaria. El ataque esta más actualizado que nuestro boicot al trabajo asalariado, este ultimo supone que la economía requiere de nuestra participación, el primero acepta que no es así, y se centra en interrumpir el proceso por otros medios.
A pesar de todo, conservamos nuestra corazonada inicial de que será necesario adoptar un nuevo estilo de vida para que la situación deseada sea posible; no es solo cuestión de poner suficientes horas en los mismos viejos objetivos. La esencial constitución de nuestra sociedad, la cortina que se extiende entre nosotras y el otro mundo, se basa todo en el buen comportamiento, igualmente de los explotados como de los excluidos.
Después de una década, la historia ha convertido nuestro experimento en obsoleto, garantizado perversamente nuestra demanda de una clase desempleable. Las tasas del paro, cercanas al pleno empleo en el 2000, son ahora del 18%, solo contando a la gente que esta buscando activamente empleo. Los excesos de la sociedad de consumo ofrecían a sus desertores un cierto margen de error, la crisis económica ha erosionado esto y le ha dado un sesgo decididamente involuntario a la ausencia de trabajo.
Parece ser que el capitalismo tiene el mismo uso para nosotras que nosotras tenemos para el. Y esto no va solo por los desertores, sino tambien para millones de trabajadoras. A pesar de la crisis economica, las grandes multinacionales obtienen enormes beneficios, pero en vez de usar estos ingresos en contratar nuevos empleados, invierten en nuevos mercados, compran nueva tecnologia para reducir su necesidad de obreras, y reparten dividendos entre sus accionistas. Lo que es bueno para una multinacional no es bueno para el pais después de todo. Las compañías mas provechosas están cambiando tanto producción como consumos hacia los "mercados en desarrollo" fuera de aquí.
En este contexto, la cultura de la deserción parece un programa de austeridad voluntaria. Es conveniente para los ricos que renunciemos al consumismo materialista, pues de cualquier modo no hay suficiente para todas. Al final del siglo XX, cuando la mayoría de la gente se identificada con sus trabajos, renunciar a perseguir el empleo como autorrealización expresaba un rechazo a los valores capitalistas. Ahora, el empleo errático y la identificación con nuestras actividades de ocio en vez de con la propia carrera han sido normalizados como una posición económica en vez de una política.
El capitalismo también esta incorporando la idea de que la gente debe actuar de acuerdo con sus conciencias en vez de por un sueldo. En una economía llena de oportunidades para vender nuestro trabajo, tiene sentido enfatizar la importancia de otras motivaciones para la actividad; en una economía precaria, estar dispuesto a trabajar gratis tiene implicaciones diferentes. El estado esta cada día mas apoyándose en la misma ética del hazlo-tu-misma que una vez animo el punk alternativo para compensar los perniciosos efectos del capitalismo. Es más barato, por ejemplo, dejar a ecologistas voluntarias limpiar los vertidos de un petrolero que pagar por hacer lo mismo. Lo mismo ocurre con las ollas populares si se las trata como un programa de caridad en vez de que una manera para establecer flujos subversivos de recursos y camaradería.
El reto actual no es convencernos de que tenemos que renunciara a vender nuestro trabajo, sino demostrar como una clase superflua puede sobrevivir y resistir. Tenemos paro en abundancia, tenemos que interrumpir el proceso que produce la pobreza.
Nuevas tecnologias, estrategias anticuadas.
En la segunda mitad del pasado siglo, las radicales nos situamos a nosotras mismas en enclaves subculturales desde los que lanzar asaltos a la sociedad mayoritaria. La llamada al paro confrontacional suponía un contexto de existencia de espacios contraculturales en los cuales la gente podía implicarse en algo distinto.
El paisaje cultural es distinto hoy; la subcultura en si misma funciona diferentemente. Gracias al a la nuevas tecnologías de las comunicaciones, se desarrolla y se extiende mucho más rápido, y es remplazada igualmente rápido. El punk rock, por ejemplo, ya no es más una especie de sociedad secreta en la que eras iniciada por la mezcla de las cintas grabadas por tus amigas. Todavía es generado por sus participantes, pero ahora un mercado de consumo media, vía situaciones impersonales como tablones de mensaje y descargas. No sorprende que la gente se sienta menos comprometida con ello: tan fácilmente como lo descubrieron, pueden cambiarlo por cualquier otra cosa. En un mundo compuesto de información, la subcultura ya no parece estar fuera de la sociedad, indicando una posible vía de escape, sino es solo una de las múltiples zonas dentro de ella, una mera cuestión de gusto.
Mientras tanto, Internet ha transformado el anonimato del terreno de los criminales y anarquistas, en un rasgo de la comunicación de cada día. Pero inesperadamente, también sitúa las identidades y posiciones políticas en otro lugar acorde a una nueva lógica. El paisaje del discurso político esta diseñado anticipadamente por URLs; Es difícil producir una mitología sobre el poder colectivo y la transformación cuando cada declaración esta localizada en una constelación conocida.
Cualquiera puede haber puesto un póster en la pared, esto parece indicar un sentimiento general, incluso si solo representa las ideas de una persona. Una declaración en
Así Internet ha llenado por completo de contenido y vuelto obsoleto simultáneamente el potencial que veíamos en las subculturas y el anonimato. Se puede decir lo mismo de nuestra defensa del plagio, hace una década pensábamos que estábamos tomando una posición extrema contra la autoría y la propiedad intelectual cuando estábamos escasamente un poco por delante. Las semanas que gastamos peinando bibliotecas en busca de imágenes para reutilizar, presagiaba un mundo en que prácticamente todos hace lo mismo con Google image Search para sus blogs. Las nociones convencionales de autoría ha sido sustituidas por unas nuevas formas de producción como la subcontratación voluntaria (una empresa de cualquier tipo se nutre del trabajo del colectivo), esto apunta a un futuro posible en el que el trabajo voluntario libre será una parte importante de la economía, como parte del capitalismo en vez de una oposición a el.
¿No nos da wikipedia acaso un modelo en funcionamiento de anarquismo que puede acercar nuestra postura al publico?
Si no conseguimos desarrollar una critica de como wikipedia es parte de una incompleta y represiva realización de por lo que estamos luchando, no seremos capaces de entender los obstáculos con los que nos encontraremos cuando queramos ir mas lejos.
Aquí nos encontramos con una de las más perniciosas vías por la que nuestros deseos han sido garantizados en forma, pero no en contenido. La libre distribucion, pensada para demostrar una alternativa radical a los modelos capitalistas, esta ahora tomada por garantizada en una sociedad en la que los medios de produccion material todavia son rehenes del capitalismo.
Hoy que la musica corre libre, parece a primera vista que a sido desmercantilizada. De hecho los musicos se han visto obligados a proveer trabajo gratis que refuerza la dependencia del consumidor de nuevos productos como ordenadores o smartphones. Los discos benéficos que se usaban para recaudar significativas cantidades de dinero para diversas causas fuera de la lógica de los mercados, hoy son mucho menos productivos. Así la libre distribución puede servir para concentrar el capital en las manos de los capitalistas, recortando las estrategias de resistencia que tenían previas generaciones.
Los formatos electrónicos se prestan para la libre distribución de información; esto fuerza a aquellos que producían formatos materiales como periódicos a adaptarse, o salirse del negocio, para ser reemplazados por bloggers que son felices de hacer este trabajo gratis. Mientras tanto, la comida, el alojamiento y otras necesidades -por no mencionar el hardware necesario para acceder a los formatos electrónicos- son tan caros como siempre. Esta situación ofrece un cierto montante de acceso para los desposeídos mientras beneficia a aquellos que ya controlan vastos recursos; esto es perfecto para una era de altas cifras de paro en las cuales será necesario apaciguar a los parados y darles un uso. Esto implica un futuro en que la elite rica usara el trabajo gratis de un gran cuerpo de trabajadores precarios y desempleados para mantener su poder y su dependencia.
Esto es aun más truculento pues este trabajo gratis será absolutamente voluntario, y parecerá beneficiar al gran publico en vez de a la elite
Quizá la contradicción central de nuestra época es que las nuevas tecnologías y formas sociales horizontalizan la producción y distribución de la información y todavía nos hacen más dependientes de los productos de las empresas.
Descentralizando la jerarquía: La participación como subyugación.
Aun en los 90, defendíamos la participación, descentralización y organización individual. Construidas con nuestras experiencias en el hazlo-tu-misma marginal, ayudamos a popularizar el modelo viral, en el cual un formato desarrollado en un contexto puede ser reproducido a lo largo del mundo. Ejemplarizado por programas como "Comida y no bombas" y tácticas como el "Black Block", esto ayudo a extender culturas anti-autoritarias desde Nueva York a Nueva Zelanda.
Al mismo tiempo, estábamos respondiendo a las limitaciones de los modelos políticos y tecnológicos del siglo anterior y produciendo oportunidades de transcenderlos. Esto nos puso cerca de la vanguardia innovativa que reformo la sociedad capitalista. Por ejemplo, TXTmob, el programa de mensajes SMS desarrollado por el Institute for Applied Autonomy (Instituto de Autonomía Aplicada) para protestas, sirvió de modelo para Twitter. Similarmente, una puede interpretar las redes internacionales de hazlo-tu-misma, formalizadas en guías como Book Your Own Fucking life, como precursores de Myspace y Facebook. Mientras tanto el modelo viral es más conocido como marketing viral.
Así la cultura del consumo nos ha cazado, integrando nuestros intentos de escape en el mantenimiento del espectáculo que rechazábamos y ofreciendo a cualquiera la oportunidad de "escapar" también. Aburrido de la programación televisiva unidireccional, el consumidor moderno puede construir su propia programación, aunque todavía a una distancia física y emocional de sus compañeros televidentes. Nuestros deseos por una mayor organización y participación han sido garantizados, pero dentro de un marco todavía fundamentalmente determinado por el capitalismo. La demanda de convertirnos en sujetos mas que en objetos se ha realizado: ahora somos sujetos administrando nuestra propia alienación, satisfaciendo el presagio situacionista de que el espectáculo no sera solo el mundo de las apariencias sino también el sistema social en el que los seres humanos solo interaccionamos en nuestros roles prescritos.
Incluso los fascistas están tratando de conseguir descentralización y autonomía. En Europa, "Nacionalistas Autónomos" se han apropiado de formatos y estéticas radicales, utilizando retórica anticapitalista y tácticas black block. Esto no es simplemente un asunto de nuestros enemigos tratando de disfrazarse para parecerse a nosotras, aunque eso ciertamente enturbia las aguas: también indica una división ideológica en las organizaciones fascistas cuando las jóvenes generaciones tratan de actualizar sus modelos organizativos para el siglo XXI. Fascistas en los USA y otros sitios están participando en el mismo proyecto bajo el paradójico nombre de "Anarquismo Nacional"; si tienen éxito en persuadir al público en general de que el anarquismo es una forma de fascismo, nuestro futuro será verdaderamente lóbrego.
¿Significa esto que los fascistas, los más avanzados defensores de la jerarquía, pueden emplear estructuras descentralizadas? El siglo XX nos enseño las consecuencias de usar métodos jerárquicos para tratar de perseguir supuestamente fines no jerárquicos. Es siglo XXI quizá nos muestre como supuestamente no jerárquicos medios pueden producir jerárquicos fines.
Extrapolando desde estos desarrollos y otros, podemos pensar hipotéticamente que nos estamos moviendo hacia una situación en la que la fundamentacion de la sociedad jerárquica no será la permanente centralización del poder, sino la estandarización de ciertas de formas debilitadoras de socialización, toma de decisiones, y valores. Esto parece estar extendiéndose espontáneamente, aunque de hecho solo parecen deseables por lo que esta ausente en el contexto social que se nos impone.
Pero ¿jerarquías descentralizadas? Esto suena como una parábola zen. La jerarquía es la concentración del poder en unas pocas manos. ¿Como puede descentralizarse?
Para encontrarle sentido a esto, volvamos a la concepción del Foucault de panóptico. Jeremy Bentham diseño el panóptico como modelo para hacer las prisiones y lugares de trabajo más eficientes, es un edificio circular en el que todas las habitaciones están abiertas hacia el interior de un patio, para que todo pueda ser visto desde la torre de observación central. Los internos no pueden ver que ocurre en la torre, pero saben que pueden estar bajo vigilancia en cualquier momento, así eventualmente internalizan esta vigilancia y control. En una palabra, el poder ve sin mirar, mientras el observado mira sin ver.
En el panóptico, el poder esta ya basado en la periferia en vez de en el centro, y este control es mantenido sobre todo por los mismos internos. Los trabajadores compiten para ser capitalistas en vez de establecer una causa común como clase; los fascistas refuerzan las relaciones opresivas autónomamente sin la supervisión estatal. La dominación no es impuesta desde arriba sino como una función de la participación en si misma.
Simplemente para participar en sociedad, tenemos que aceptar la mediación de estructuras determinadas por fuerzas que están fuera de nuestro control. Por ejemplo, nuestras amistades cada vez más pasan a través de Facebook, teléfonos móviles, y otras tecnologías que dibujan el plano de nuestras actividades y relaciones para las empresas y las inteligencias de los gobiernos. Estos formatos también dan forma al contenido de las amistades en si mismas. Lo mismo ocurre con nuestras actividades económicas: en lugar de simple pobreza tenemos préstamos y clasificaciones de crédito, no somos una clase sin propiedades, sino una clase conducida por la deuda. Y una vez más esto es voluntario, o incluso concebido como "progreso".
¿Como podemos resistir en este contexto? Todo parece haber sido mucho más fácil en 1917 cuando todos los proletarios del mundo soñaban con asaltar el Palacio de Invierno. Dos generaciones después, el equivalente parece ser asaltar los cuarteles generales de la televisión; aunque esta fantasía ya haya aparecido en una película de Hollywood. Ahora es cada vez más obvio que el capitalismo global no tiene centro, ningún corazón en el que clavar una estaca.
De hecho, este desarrollo es una gran ayuda para nosotras, se formula un resumen del sistema, sin especificar detalles. Cada parte del sistema se refina diseñando con mayor detalle. Cada parte nueva es entonces redefinida, cada vez con mayor detalle, hasta que la especificación completa es lo suficientemente detallada para validar el modelo, para las formas de lucha. No hay atajos ahora, y ninguna justificación para tomarlos, no debe haber mas dictaduras "provisionales". La revoluciones autoritarias del siglo XX han pasado para bien, si la revuelta tiene que estallar, las practicas anarquistas tendrán que expandirse.
Algunas han argumentado que es en esta ausencia de centro, cuando el antes mencionado virus es más peligroso que el asalto frontal, así la tarea es no tanto elegir el objetivo correcto como popularizar una nueva vía de lucha. Si esto no ha ocurrido todavía, quizá simplemente es porque nosotras todavía no hemos desarrollado un enfoque que parezca práctico a los demas. Cuando demostremos soluciones concretas a los problemas que representa el desastre capitalista, quizá se decidan a apoyarnos.
Pero esto es delicado. Estas soluciones tienen que resonar mas allá de cualquier subcultura particular en una era en que cada innovación instantáneamente genera y es contenida por la subcultura. Deben de alguna manera rechazar e interrumpir las formas de participación esenciales para el mantenimiento del orden, tanto las que predican sobre la integración, como las que predican la marginalidad. Tiene que proveernos para cubrir nuestras necesidades inmediatas mientras hacer aflorar nuestros deseos insurgentes que nos enfocan en cualquier dirección. Y si avanzamos soluciones que al final no atacan las raíces de nuestros problemas, -como hemos hecho antes- solo estaremos inoculando el orden establecido en las resistencias de esta generación.
Cuando se trata de soluciones contagiosas, quizás los disturbios en Grecia durante los cuales ardieron bancos fueron menos significativos que las prácticas de okupacion del día a día, confiscación y redistribución de comida, y las reuniones públicas fuera de la lógica del comercio. O quizá los disturbios fueron igualmente significantes: no como un ataque material al enemigo sigo como un festival afirmando una forma de ser radicalmente diferente.
Desestabilización de la Sociedad : Doble o nada.
Cuando en los 90 el capitalismo aparecía como eminentemente estable, si no inexpugnable, nosotras fantaseábamos con disturbios, catástrofes y colapsos industriales precisamente porque parecían imposibles, y porque, en su ausencia, parecía que solo podían ser cosas buenas.
Todo esto cambio. Crisis y catástrofes son ahora familiares. La nocion de que todo el mundo esta dirigiendose al fin es practicamente banal, ¿quien no ha leido un reportaje sobre el calentamiento global para encogerse despues de hombros? El imperio capitalista esta obviamente fuera de limites y solo unos pocos creen que va a durar para siempre. Por ahora, sin embargo, parece que es capaz de utilizar estas catástrofes para consolidad su control, cargando los costes en los oprimidos.
Así como la globalización intensifica las distancias entre clases, algunas de las disparidades entre naciones parece que se estan nivelando. Las estructuras de apoyo social en el mundo occidental estan siendo desmantelada a medida que el crecimiento economico se desplaza a otras zonas. Los ejercitos estan siendo usados para cometidos policiales de orden publico y en desastres naturales. Esto esta de acuerdo con la tendencia general que lejos de ser estatica, espacializa las jerarquías hacia formas dinámicas y descentralizadas de mantener las desigualdades. En este nuevo contexto las nociones del siglo pasado sobre privilegio e identidad aparecen cada vez más como simplistas.
Nuestros enemigos de la derecha ya han movilizado su reacción para la era de la globalización y la descentralización. Podemos verlo desde el Tea Party en USA hasta los movimientos nacionalistas en toda Europa pasando por los fundamentalismos religiosos en todo el mundo. Mientras
Otros han desaparecido ya. Al tiempo que la clase media erosiona Europa, los partidos de izquierda tradicionales se están extinguiendo por ello, y los partidos de extrema derecha toman el terreno que estos pierden.
Si la izquierda continua retrocediendo hasta la extinción, el anarquismo será el único juego que quede en la ciudad para las radicales. Esto abre un espacio en el que podemos exponer nuestras ideas para todas aquellas que han perdido la fe en los partidos políticos. ¿Pero estamos preparadas para luchar contra el capitalismo nosotras solas, sin alidadas? Intensificar el conflicto es una apuesta: tan pronto como atraigamos la atención del estado, tendremos que jugar a doble o nada, intentando movilizar suficiente apoyo popular para flanquear el inevitable contraataque. Cada disturbio ha de ser seguido de una campaña incluso de más amplio alcance, no de una retirada hacia las sombras, algo difícil de hacer enfrente del contragolpe y la represión
Quizá seria mejor si la historia se moviera lo bastante despacio para que tuviéramos tiempo para construir un movimiento popular masivo. Desafortunadamente no tenemos elección en este asunto. Preparadas o no, la inestabilidad que deseábamos esta ya aquí, cambiaremos el mundo o pereceremos con el.
Así es tiempo de prescindir de estrategias fundadas en la estabilidad del orden establecido. Al mismo tiempo la crisis nos mantiene encerradas en un presente perpetuo, reaccionando a los constantes estímulos en vez de actuar estratégicamente. Con nuestra actual capacidad, podemos hacer poca cosa para mitigar los efectos de las catástrofes del capitalismo. Nuestro trabajo es encender revueltas con reacción en cadena; debemos evaluar cada acto que emprendemos bajo esa luz.
En este contexto es más importante que nunca no vernos a nosotras mismas como las protagonistas de la insurrección. Nuestro actual cuerpo social es lo bastante numeroso como para catalizar levantamientos sociales, pero no lo bastante para llevarlos a cabo. Nosotras no hacemos la insurrección, nosotras solo ayudamos a organizarla, todo el mundo hace la insurrección.
Esto pedirá mucho de cada una de nosotras. Diez mil de nosotras con la voluntad de llegar tan lejos como Enric Duran, el santo patrón de los estafadores a los bancos, se convertirían en un fuerza real, consiguiendo recursos con los que establecer infraestructuras alternativas y creando un ejemplo publico de desobediencia que podría extenderse a lo lejos, quitándole la existencia a la deuda, incluso al dinero, si suficientes de nosotras los tratáramos como a una ficción. Esto podría traer de vuelta la deserción a la nueva era. Es terrorífico imaginarse yendo tan lejos, pero en un mundo en colapso, el terror nos espera ahí delante, lo escojamos o no.
Cualquiera que haya participado en un black bloc lo sabe, es mas seguro al frente. Doble o nada.
Devuelve el golpe, la paz social es nada.
Conclusión: Placeres prohibidos.
Ya vale de estrategia. Recordemos una idea que no puede conseguirse de ninguna forma bajo el capitalismo: Que la vida inmediata pueda convertirse en intensa y feliz. Nosotras creemos en esto, concebimos la resistencia como una romántica aventura capaz de satisfacer todos los deseos producidos pero nunca consumados por la sociedad de consumo. A pesar de todas las tribulaciones y roturas de corazón del pasado, este reto todavía sobrevive, como la esperanza, en el fondo de la caja de Pandora.
Resistimos por ello. No lo hacemos por deber, o habito, o sed de venganza, sino porque queremos vivir al completo, conseguir lo máximo de nuestro ilimitado potencial. Somos revolucionarias porque parece que no hay manera de encontrar lo que importa sin al menos un poco de lucha.
Tantas penurias como puede acarrear, nuestra lucha es la persecución de la alegría, para ser mas precisas, es la manera de generar nuevas formas de alegría. Si perdemos de vista esto, nadie se unirá a nosotras, ni deberían. Disfrutar no es algo que simplemente hagamos para ser estratégicas, para ganar reclutas, es la infalible indicación de si tenemos algo que ofrecer o no.
Como la austeridad se convierte en la contraseña de nuestros gobernantes, los placeres disponibles en el mercado serán cada vez más meros sucedáneos. El giro a la realidad virtual es prácticamente la admisión de que la vida real no puede ser satisfactoria. Tenemos que probar lo contrario, descubriendo placeres prohibidos que nos mostraran el camino a otro mundo.
Nada pone a la gente más a la defensiva que la sugerencia de que pueden y deberían disfrutar de si mismos: esto dispara toda su vergüenza por los fracasos para hacerlo, todo su resentimiento hacia aquellos que sienten que están monopolizando el placer, y tambine un claro enfrentamiento con anticuada y opresiva educación recibida.
Si alguien quiere inspirar odio étnico, la manera más fácil de hacerlo es concentrarse en las vías extrañas, perversas en que se asume que ese grupo persigue el placer. Si alguien desea enfatizar la comunidad, la forma mas fácil es señalar que ellos también sienten dolor.
Esta formula es trágicamente familiar para cualquiera que halla sido testigo de como las radicales nos caricariturizamos unas a otras. Declarar que has experimentado placer celestial, especialmente si es algo que realmente viola el régimen de control, como robar o luchar con la policía, es una invitación para otros amontonen desden sobre ti. Y quizás esa formula explica también porque nos podemos unir cuando el estado mata a alguien, pero no podemos dejar de lado nuestras diferencias para luchar igual de duramente por los vivos.
La muerte nos moviliza, nos cataliza. El recuerdo de nuestra propia mortalidad nos libera, permitiéndonos actuar sin miedo, pero nada es tan terrorifico como la posibilidad de que nuestros sueños puedan hacerse realidad, que algo este verdaderamente en juego en nuestras vidas. Si supiéramos que el mundo esta terminando, finalmente seriamos capaces de arriesgarlo todo, no solo porque no tenemos nada que perder, sino porque nunca mas íbamos a tener nada que ganar.
Pero si queremos ser revolucionarias, vamos a tener que aceptar la idea de que nuestros sueños se pueden hacer realidad, y luchar de acuerdo a esto. Vamos a tener que elegir la vida sobre la muerte de una vez por todas, placer sobre dolor.
Vamos a tener que empezar.
Based on: Crimetinc. Fighting in the New Terrain.
martes, 21 de septiembre de 2010
Doce mitos sobre la accion directa
Acción directa, esto es, cualquier clase de acción que evita los canales políticos establecidos para conseguir sus objetivos directamente, tiene una larga y rica tradición entre los obreros, desde las rebeliones de los esclavos hasta cuando queramos. A pesar de eso, hay varios malentendidos sobre ella, en parte debido a las formas en que es tergiversada por las empresas medios de comunicación.
1. Acción directa es terrorismo.El terrorismo esta calculado para intimidar y así paralizar a la gente. La acción directa, por otro lado, pretende inspirar y así motivar a la gente, mediante la demostración del poder que los individuos tienen para conseguir sus metas por ellas mismas. Mientras el terrorismo es el dominio de una clase especializada que busca adquirir el poder solo para si misma, la acción directa demuestra posibilidades que puede usar cualquiera, dando poder a la gente para tomar el control de sus propias vidas. A lo sumo, un hecho dado de acción directa obstruirá las actividades de una corporación o institucion que esta cometiendo una injusticia a ojos de los activistas, pero esto es una forma simple de desobediencia civil, no terrorismo.
2.La acción directa es violenta.
Decir que es violencia destruir la maquinaria de un matadero o romper las ventanas de los partidos que promueven las guerras es priorizar la propiedad sobre la vida humana o animal. Esta objeción valida sutilmente la violencia contra las criaturas vivientes enfocando toda la atención en los derechos de propiedad y la aleja de asuntos más fundamentales.
3.La acción directa no es expresión política, sino actividad criminal.
Desafortunadamente, si una acción es ilegal o no se corresponde con si es justa o no.
La leyes de una dictadura son, después de todo, leyes.
Objetar a una acción sobre la base de que es ilegal es esquivar la cuestión mas importante de si es o no ética. Argumentar que debemos siempre obedecer las leyes, incluso cuando las consideramos inmorales o cuando refuerzan condiciones injustas, es sugerir que los arbitrarios pronunciamientos del sistema legal establecido poseen una autoridad moral mayor que nuestras propias conciencias, y pedir complicidad enfrente de la injusticia.
Cuando las leyes protegen lo que no es justo, la actividad ilegal no es un vicio, y la docilidad obediente de la ley no es una virtud.
4. La acción directa es innecesaria donde la gente tiene libertad de expresión.
En una sociedad dominada por el cada vez más estrecho punto de vista de las empresas de comunicacion de masas, es casi imposible iniciar un dialogo publico a menos que ocurra algo que atraiga la atención sobre ello. Bajo esta condiciones, la acción directa es un medio para cuidar de la libertad de expresión, no para absorberla.
Así mismo, cuando la gente que se opondría a una injusticia ha aceptado que es inevitable, no es suficiente hablar sobre ello: una tiene que demostrar que es posible hacer algo.
5. La acción directa es alienante.
Al contrario, mucha gente que encuentra la actividad política tradicional alienante se inspiran y motivan con la acción directa.
Gente distinta encuentra diferentes aproximaciones satisfactorias, un movimiento ampliamente basado debe incluir un ancho abanico de opciones.
Algunas veces gente que comparte objetivos con los que practican la acción directa gastan todas sus energías desprestigiando una acción que se ha llevado a cabo, haciendo eso traen al derrota arrancándola de las fauces de la victoria. Harían mejor buscando la oportunidad para centrar toda la atención en los asuntos puestos de manifiesto por la acción.
6. La gente que practica la acción directa debería trabajar a través de los canales políticos establecidos.
Mucha gente que practica la acción directa también trabaja dentro del sistema. Un compromiso para usar cada medio institucional disponible para solucionar los problemas, no excluye necesariamente un compromiso igua,l de elegir otros medios donde los anteriores no son suficientes
7. La acción directa es exclusiva.
Algunas formas de acción directa no están abiertas a todo el mundo, pero eso no significa que no tengan valor.
Cada una tenemos diferentes preferencias y capacidades, y somos libres de actuar de acuerdo a ellas.
La cuestión importante es como hacer que las diferentes aproximaciones de individuos y grupos que comparten los mismos objetivos a largo plazo, se integren de tal modo que se complementen unas a otras.
8. La acción directa es cobarde.
Esta acusación es casi siempre hecha por aquellos que tienen el privilegio de poder hablar y actuar en publico sin miedo a las represalias: Eso es, aquellos que tienen el poder en esta sociedad, y aquellos que obedientemente aceptan este poder.
¿Deben los oprimidos demostrar su coraje y responsabilidad actuando contra sus opresores a plena luz del día, condenándose así a la derrota?
En una sociedad cada vez mas sometida a la vigilancia indiscriminada de las fuerzas de seguridad de los poderosos, ¿es sorprendente que aquellos que disienten quieran protegerse mientras lo hacen?
9. La acción directa solo la practican los estudiantes/privilegiados niños ricos/pobre gente desesperada/etc.
Esta acusación se hace casi siempre sin referirse a hechos concretos, como difamación.
De echo la acción directa a sido practicada en una multitud de formas por una gran variedad de gente de todo tipo de trayectorias vitales.
La única excepción podrían ser las clases más ricas y poderosas, que no tienen necesidad de practicar ningún tipo de acción ilegal o controvertida, porque, como si fuera una coincidencia, los canales políticos establecidos se ajustan perfectamente a sus necesidades.
10. La acción directa es el trabajo de agentes provocadores.
Esta es otra especulación hecha desde la distancia, sin evidencias concretas.
que desaprueban como si fuera una Alegar que la acción directa es siempre el trabajo de agentes policiales encubiertos es debilitante: Elimina la posibilidad de que los activistas puedan hacer esas cosas por si mismos, sobreestimando la fuerza de la policía y su inteligencia, reforzando la ilusión de que el estado es omnipotente.
Así mismo, desestima a priori el valor y la realidad de una diversidad de tácticas. Cuando la gente se siente autorizada a hacer infundadas afirmaciones sobre cada táctica acusandola de provocacion policial, esto obstruye todas las posibilidades de dialogo constructivo sobre las tácticas adecuadas.
11. La acción directa es peligrosa y puede tener repercusiones negativas sobre otras personas.
La acción directa puede ser peligrosa en un clima político represivo, y es importante que aquellas que la practiquen hagan un esfuerzo para no poner en peligro a otras.
Esto no es necesariamente una objeción a ella, al contrario, cuando se vuelve peligroso actuar fuera de los canales políticos directa corren establecidos, es cuando se vuelve mas importante el hacerlo.
Las autoridades usaran las acciones como excusas para aterrorizar a los inocentes, como siempre han hecho los dictadores, pero ese es un crimen por el que tienen que responder los que ostentan el poder, no aquellos que se les oponen.
Así mismo, aunque la gente que practica la acción directa corre verdaderamente un riesgo, enfrente de una injusticia insufrible es mas peligroso e irresponsable dejarla sin contestación.
12. La acción directa nunca consigue nada.
Cada movimiento político efectivo a través de la historia, desde la lucha por la jornada laboral de ocho horas hasta la lucha por el voto de las mujeres, ha hecho uso de alguna forma de acción directa. Esta puede complementar otras formas de actividad política en una gran variedad de vías.
Si nada mas, resalta la necesidad de reformas institucionales, dando a aquellas que luchan por ellas mas bazas a jugar.
Pero también puede ir mas halla de este rol de apoyo, sugiriendo la posibilidad de una organizacion de la vida humana completamente diferente , en la que el poder se distribuya equitativamente y todo el mundo tenga una voz de igual valor para hablar sobre todos los asuntos que le afectan.
Crimethinc. Twelve Myths About Direct Action
miércoles, 7 de julio de 2010
Boletin del trabajador #47. Crimental
La cuestión más importante para un revolucionario es como evitar los discípulos y aceptar iguales.
Estaba delante de todo el mundo, nosotras simplemente lo hicimos visible.
Estaba en la punta de la lengua de todo el mundo, nosotras solo le dimos un nombre.
Todas las palabras que nos gustaría decir, toda la vida que nos gustaría vivir, eso somos nosotras. Luchamos como nos gustaría luchar, amamos como nos gustaría amar, nunca nos rendimos o comprometemos. Somos libres en todas las formas en las que nos gustaría serlo. No existimos. Buscábamos una manera para cambiar nuestra vida. Hacerlo por nosotras mismas. Buscábamos una evidencia de lo que nosotras queríamos que fuera posible. Encontramos un fantasma, que volvimos a la vida.
La gente hacemos eso mismo todos los días. Hablamos con nosotras mismas, soñamos despiertas, nos vemos como nos gustaría ser. Proyectamos lo que deseamos, tememos, adoramos sobre otros, cuando esta, ya presente, dentro de nosotras mismas.
Crimental no es un comando de elite de luchadoras por la libertad. Crimental es la jodida bruja de noroeste.
Los variados pobres sabihondos que actúan como Crimental no tienen la patente del crimenpensamiento. Ellos escasamente saben lo que están haciendo. Tu lo sabes mucho mejor que ellos.
Cualquier cosa libre, gloriosa, real sobre cualquier Crimental que se haya hecho nunca es tu acción, tu lo hiciste, necesitándolo, exaltándolo, haciéndolo respirar y retorcerse.
Estábamos preparadas para ello, pero no estábamos preparadas para ser nosotras mismas. Así que lo creamos, creamos un reflejo del mundo como señal de nuestro propio desasosiego, y lo aprovechamos como salvavidas. Por si mismo, un texto es un lenguaje muerto, tú lo traes a la vida.
Crimental no existe. (Es cierto, si tratas de encontrarlo en la dirección que crees de esta pequeña ciudad, lo único que encontraras será un piso insulso, como cientos a su alrededor, habitado por un hombrecito de clase media, que no quiere tener nada que ver con la "revolución" ni nada parecido.
Crimental es simplemente tú. Crimental no es una organización con miembros. Pertenece a cualquiera que tenga la audacia de reclamarla, así como la muerte pertenece a cualquiera que pueda coger una sartén. Cualquiera puede ponerse un pasamontañas negro y unirse al black bloc, cualquiera puede coger comida de los contenedores y convertirse en freegan, cualquiera puede actuar en beneficio del E.L.F, o diseñar un póster con la bala que nos representa.
Crimenpensamiento esta en todas partes, esta en la vida de cada día, en cada corazón, entretejido en la historia de la humanidad y el cosmos, tan seguro como la sumisión, la inercia y todo lo demás lo están, si no lo estuvieran, no habría ninguna cosa como Crimental y tú, ciertamente, no estarías leyendo esto.
Si Crimental es cada uno, entonces, de la misma manera, no es nadie. No hay ningún magico circulo interior trabajando en secretos encantamientos para el mundo, creando del vació esas proposiciones, subversiones y atrevimientos que son tan importantes o enfurecedoras para nosotras.
Crimental no es la propiedad de ninguna mesa de accionistas, no hay ningún genio al que agradecérselo, ni malhechor al que culpar por ello. Solo es, simplemente, la palabra que trae esta cosa extraña y transforma los corazones que respondemos a ella.
Naturalmente, todavía estamos luchando con eso, así algunas veces, nosotras somos todavía nosotras, "solo nosotras", esos momentos de absoluto terror cuando todo alrededor y dentro de nosotras que nos resulta extraño aparece sin sorpresa.
Aquí no estamos tratando de deshacer unos pocos nudos, estamos tratando de entrar en un universo alternativo.
Algunas veces nada tiene sentido. Seamos pacientes, dejemos que el miedo se escurra sobre nosotras, sobrevivamos hasta que la ola pase y el horizonte este un paso mas cerca. Durante esos instantes, puede parecer que todo el mundo sabe lo que esta pasando salvo nosotras. ¿Es inusual que en esos momentos seamos capaces de inventar fantásticas sociedades subterráneas poseídas por superpoderes?
Poco a poco vamos liberándonos, dejándonos ir. Las distancias que los hijos de la burguesía hemos de recorrer para sacudirnos el condicionamientos son increíbles.
Algunas necesitamos para empezar un mito para creer en él, como los adictos que para recobrarse necesitan "un poder mas fuerte". Si algunas veces nosotras todavía necesitamos Crimental, que así sea. Crimental nos arrastrara gritando y pataleando hacia el nuevo amanecer, soportando toda la culpa por el sufrimiento que hemos anhelado traer sobre nosotras: Cada una que quiera nacer primero tiene que destruir su mundo.
Pero no podemos llegar donde queremos hasta que no nos deshagamos de nuestras muletas. Al final nos volveremos para agradecérselo y encontraremos que estamos solas. Nosotras estaremos todavía aquí si necesitamos algo contra lo que rebelarnos. La adolescencia de cada ser humano es una guerra, una lucha con aquellos que vinieron primero, es esta guerra la que mantiene la vitalidad, la que crea el destino, una guerra mortal que debemos emprender contra todos los factores e influencia que nos dieron nacimiento.
La única cosa que hacer con algo que hemos puesto en un pedestal es destronarlo. Si, cuando nos demos cuenta de nuestro error, encontramos que tenemos que rechazar Crimental, rebelarnos contra el, afirmar nuestra independencia e identidad, entonces lo haremos por todos los medios. No asumimos que cada uno que no se rebele como nosotras es un robot, un descerebrado seguidor. Tienen razones propias para hacer lo que hacen: Tal vez están en un punto donde nosotras necesitamos estar para llegar a donde estamos ahora, quizás ellos ya estén en el punto en el que queremos estar en el futuro, quizá están en una vía de evolución completamente diferente de la nuestra. Tendremos éxito en malgastar mucho tiempo, nuestro y suyo, señalando las faltas en vez de los nuevos enfoques. ¿Realmente queremos provocar la toma de posiciones enfrentadas sin sentido, con las acusaciones, insultos, defensividad, y la lucha por la superioridad que siempre acompaña estas cuestiones? Al final tiene tanto sentido atacar Crimental, como atacar el Punk, el estado del activismo o a la raza humana en si misma. Hay fuerzas negativas y positivas dentro de todos ellos, pero las cosas son simplemente lo que nosotras hacemos con ellas. Los espectadores votan pasivamente a favor o en contra, imaginando que su estatus es mayor cuanto mas gente encuentra por debajo de ellos, y buscando algo lo bastante ilustre y perfecto que les pueda investir de una distinguida identidad al asociarse con ello. Los individuos que se han hecho consciente de sus poderes como activos participantes en sus vidas, se acercan a todo pensando en lo que tienen que ofrecer, convirtiendo defectos en oportunidades.
Es saludable criticar ideas, métodos, acciones, decisiones: es así como aparecen mejores ideas, métodos, acciones y decisiones. Pero es infantil atacar ideas, métodos, etc. porque no sirven a nuestros intereses particulares, dejemos que aquellos que los necesitan los usen.
Nosotras podemos usar nuestras energías donde elijamos. Aquellos que creen que hay un Crimental que rechazar son los últimos guardianes del mito de que existe una cosa llamada Crimental.
No seremos libres hasta que comprendamos que Crimental no existe. Una vez que comprendamos que Crimental no es una fuerza incorpórea o una entidad estrictamente definida, que cualquier cosa que haya sido o vaya a ser esta enteramente bajo nuestro control, seremos libres de prescindir de el completamente, y entonces, si queremos, contribuir a el.
Crimental esta compuesto por individuos que no están enamoradas ni amenazadas por él, que no se hacen ilusiones sobre ello, que lo ven meramente como un medio más de los muchos posibles para mas grandes fines. Ciertamente tiene sus defectos, como cualquier herramienta, también ofrece algunas ventajas que otros no. Consideramos esto una invitación para mostrar lo que se puede hacer con él.
Crimental debe ser reemplazado para ser realizado. Si actuamos autónomamente como Crimental, o bajo cualquier otro nombre es irrelevante, lo importante es que empecemos a actuar autónomamente, para descubrir nuestras propias capacidades y disipar la mitología que hemos creado alrededor de aquellos que ejercitan las suyas.
El siguiente movimiento esta en nuestras manos, el destino de Crimental -y de cosas mucho mas importantes- con ello.
Perdedme y encontraros a vosotras mismas, pues es solo cuando me hayáis negado que volveré a vosotras dice Crimental. Desearía estar tan segura de alguna cosa como Crimental lo esta de cada cosa. Hagamos la ideología trabajar para nosotras.
No necesitamos permiso, ni tampoco instrucciones.
No nos tomamos demasiado en serio, hagamos lo que hagamos. Menos fe, más falta de piedad, mi amiga.
Una vez más, ¿que es lo bueno de Crimental si no existe? Ofrece una alternativa para aquellas de nosotras que estamos frustradas por ver como nuestros esfuerzos para hacer que las cosas pasen son interpretados como intentos de auto glorificarnos. Poniendo la etiqueta Crimental en nuestro proyectos, evitamos atraer atención hacia nosotras (y comunalizar el trabajo que se ha hecho, ofreciéndoselo a cualquiera que quiera utilizarlo), mientras simultáneamente establecemos que el proyecto es parte de una corriente mayor de acción anticapitalista.
Mas allá de estos propósitos prácticos, Crimental, también sirve como una suerte de organización placebo revolucionaria para aquellos que reconocen que la tradicional "organización revolucionaria" con toda su jerarquía e inercia es una contradicción de términos, pero todavía sienten la necesidad de asociarse con una "organización" de alguna clase. Hay un placer innegable que se encuentra en las sociedades secretas y en los planes clandestinos. Con Crimental nos podemos permitir el capricho de crear un mito para nuestro propio placer, sin acabar apoyando alguna poderosa elite vanguardista.
La organización revolucionaria debe disolverse en el momento de la revolución, de otra manera se convierte en otra vanguardia, en otra autoridad. Durante años, nos hemos preguntado si esto se podía conseguir, después de todo "revolución" no es solo un momento, sino que es un proceso continuo de descentralización y empoderamiento, por lo tanto siempre dificultado por la existencia de elites "revolucionarias", y ¿como podemos disolver el poder de un grupo que ya ha ejercido influencia en los asuntos humanos? Incluso si la organización se ha disuelto, su legado continúa influyendo el presente.
El poder, una vez establecido, es difícil de desactivar. La manera de de disolver la autoridad de una organización revolucionaria es simplemente comunalizar su poder extendiéndolo a todo el mundo. El recurso mas grande de una organización no jerárquica, en gran parte mitificada, como Crimental es su reputación, si esta puede ser puesta a disposición de todas, entonces la autoridad de Crimental es minada efectivamente. El momento de la revolución es la disolución de la organización revolucionaria, esto es, la apropiación de sus recursos por parte de todo el mundo.
Para quien quiera que todavía este interesada en convertirse en un "miembro" del Colectivo, ahora que ya sabe que no existe tal cosa, aquí hay unos pasos a seguir:
1. Tengamos nuestras propias razones para involucrarnos, nuestras propias ideas sobre que vale la pena de Crimental, y que vamos a hacer ahora. Nadie puede trabajar con Crimental si todavía esta esperando instrucciones. Aquellas que ya están activas, están suficientemente ocupadas dirigiendo sus propios proyectos. Como escribió el poeta "Ser gobernado es trágico. Gobernar es patético"
2. Reclamemos responsabilidad por todo lo que Crimental ha hecho, siempre, especialmente en los caminos de acción que se contradicen unos a otros. Pensar en términos de "Colectivo", en vez de atomizados individuos, significa que cuando una de nosotras actúa, lo hace en representación de cualquier pequeña parte del resto de cada una de nosotras que haría lo mismo. En vez de reñir sobre el método individual "correcto" nuestro programa debe encontrar vías efectivas para integrar nuestras acciones individuales en un todo simbiótico. Somos responsables unas de otras, y de hacer de las acciones de cada una algo beneficioso, esto debería poner fin a las viejas discusiones sobre quien es "la más revolucionaria". Debemos recordar que Crimental no es una ideología, ni un sistema de valores ni un estilo de vida, si no una manera de desafiar todas las ideologías, sistemas de valores y estilos de vida, y para las más avanzadas, una manera de hacer todas la ideologías, sistemas de valores y estilos de vida desafiantes. No es Crimental sobrevivir sin trabajo comiendo de los contenedores, okupando, y haciendo dedo. Es Crimental comprender que este estilo de vida provee de recursos que pueden ser usados para revolucionar el activismo, o la literatura subterráneos o lo que nos salga del coño. No es Crimental simplemente distribuir propaganda atacando la monotonía y las limitadas opiciones del empleo tradicional, es Crimental crear situaciones en que ambos, trabajadores y extrabajadores se beneficien de sus diferentes experiencias y consecuentemente descubran nuevas opciones y nuevas aventuras que estaban ocultas.
3. Nos aseguraremos de negar la autoría de cualquier proyecto que emprendamos, y evitaremos acumular gloria como miembros de Crimental.
4. Elijamos algunos proyectos necesarios y hagámoslos. Si necesitamos ayuda, contactemos con otras para consejo y colaboración..., si necesitamos materiales no dudemos en robarlos de otros proyectos previos, o de cualquier otro lado. Algunos medios que tal vez disfrutemos seran hacer pintadas, pegar carteles, bromas (llamar con amenaza de bomba a las oficinas en los días soleados, vestirnos de reyes magos y dar a los niños "juguetes gratis" de los grandes almacenes en cualquier momento, etc.), dar recursos a la gente que el capitalismo considera indignos, difundir rumores salvajes, crear nueva leyendas urbanas... el cielo es el limite.
5. Puede ser gracioso que todo el mundo elija el alias Crimental para si misma. Pensemos en algo divertido, algo que diga todo lo que necesita ser dicho sin ser un ensayo o un manifiesto. Una vez superados el mito de la propiedad intelectual y la identidad invariable, la firma de un trabajo tiene solo sentido como parte de el. La confusión de las autorías, focaliza la relevancia de las ideas en las vidas de las lectoras, donde pertenece.
6. Si no nos gustan estas sugerencias, hagamos las nuestras. Crimental, como el resto de nuestras vidas y el mundo entero, es cualquier cosa que hagamos con ello. Ocupémonos. Tenemos a mano las armas para la guerra, cojamoslas: Dado que nuestras vidas y nuestro mundo son territorios ocupados, estas relaciones de lucha y competicion existen en cada nivel de nuestra sociedad, porque una vez introducidas tienden a reemplazar otras maneras de relacionarse: todo depende entonces de si podedemos encontrar formas de reapropiarnos de nuestra propia creativividad y productividad de este ciclo, y así subvertirlo y abortarlo. La revolución nunca será comprada al precio de su cotización. Obviamente, no vamos a obtener la máximo ni por nuestro trabajo, ni por nuestro capital en el mercado "libre", tenemos que crear situaciones, tan efímeras como deban, (nada puede o debe ser sostenible en una mundo insostenible) en las cuales tengamos poder sobre los recursos que estárian fuera de nuestro alcance de otra manera. Necesitamos aprender de los que ya usan esas tácticas: ladrones de bancos, estudiantes copiando, los que llaman avisando de bombas al principio de la primavera, trabajadores que trucan al fichar o usan el tiempo de la empresa para sus propios proyectos, los que se quedan con material, los adúlteros suburbanos, obreros que se salen con la suya en fraudes con los seguros... Con este contrabando precioso, nosotras postbandidas podemos redescubrir las artes del pueblo, que podemos usar ambos para crear entornos nuevos y libres, y para rescatar a nuestros camaradas humanos de su pesadilla normalizada.
Arte del pueblo en murales, rotuladores, esprais, pegatinas, posters, carteles, plantillas, ladrillos, gasolina... La reapropiación, por parte de cada individuo, de lo los medios (y el derecho) para transformar los ambientes en los que vivimos. La comprensión de que dar forma al mundos es un proyecto colectivo, así pues el diseño debería serlo también.
Fotocopias de las tradiciones populares, panfletos llamativos, fanzines, redes sociales, grupos de discusión, tradición oral, medios independientes... Sortear los mass-media mediante medios de comunicación directos, descentralizados y no jerarquicos.
El rechazo de la Historia, cualquier Historia, en su sentido objetivo, en favor del mito, la leyenda y el cuentacuentos.
Música del pueblo, hazlo tu misma, punk-rock, hip-hop y tecno, radios piratas, círculos de tambores, cánticos de protesta y canciones... La desmistificacion del rol de músico, la comprensión de que cualquiera puede crear un entorno musical, que cualquiera puede dar forma a las emociones de sus semejantes: miedo o coraje, amor o sentimentalismo, rabia o desesperación... y la subsiguiente visión de que esto debe hacerse cooperativamente, o sino el resultado será una horrible mezcla atonal. Así reconoceremos la creación de música como la perfecta analogía para las relaciones humanas.
Ciencia del pueblo, okupando, buscando en los contenedores, haciendo huertos, inventando, haciendo nosotras mismas, construyendo muros y fontanería, decorando, imprimiendo y reparando... El fin de la especialización, el fin de la especialidad como una mercancía en la economía de la escasez. El rechazo de la tecnología como una deidad mediada por una casta sacerdotal elitista, y del "progreso" lineal como el único e incuestionable principio de la historia humana. La comprensión de que cualquiera de nosotras puede hacer cualquier cosa, que es más valioso crear nuestro propio progreso que aceptar pasivamente o incluso contribuir a un "progreso" fuera de nuestro control.
Comida y no bombas, comunidades locales e internacionales, amistades amorosas, vida comunal, espacios comunitarios, relaciones abiertas, grupos de afinidad e infinito... El resurgir de la ayuda mutua y el soporte emocional fuera del sistema de intercambio, por su propio valor en vez de por una transacción, así podremos construir comunidades que protejan y cuiden individualidad y cooperación al mismo tiempo.
Demostraciones de poder popular, okupando, masas criticas, reclamando las calles, el Black Bloc, huelgas salvajes, reuniones del ayuntamiento, federaciones sin tope... El establecimiento colectivo de medios para la defensa de nuestra libertad individual y autonomía, que no pongan en peligro las que ya estén en proceso.
La abolición de los líderes y las órdenes, incluso en tiempos de guerra, (como la actual) en favor de estrategias de resistencia democráticas, descentralizadas y basadas en el consenso. Identifiquemos clases potencialmente revolucionarias cuya frustración y recursos no están siendo actualmente enfocados hacia nada positivo: punks apolíticos y otros adolescentes revoltosos, rechazadas de los distintos grupos, madres olvidadas cuyos hijos han crecido y abandonado la casa, bibliotecarias devotas cuyo trabajo esta en peligro por los recortes del gobierno. Busquemos causas comunes con ellas, ¿Que podemos ofrecernos unas a otras?
La revolución no es la competencia de una sola clase especializada, hay corrientes revolucionarias en todos los círculos. La revolución ocurre cuando estas corrientes autónomas se alinean de tal manera que cambian, mejor descarrilan, la historia. Depende de nosotras encontrar conexiones con la gente en otros caminos de la vida, con las que podamos construir relaciones simbióticas de resistencia. Dejar el trabajo era para tener más tiempo para hacer lo que se necesita hacer, no para aislarnos de el resto de la humanidad ¿no?
Localicemos los puntos de presión en la sociedad donde el estimulo adecuado puede disparar respuestas masivas: el fin de los estudios para grupos con desalentadoras perspectivas laborales, la cancelación de programas del estado del bienestar, la toma de posesión de un presidente impopular, en la que hay miles de furiosos votantes irritados por la hostil presencia policial. Apliquemos ese estimulo.
En referencia a la propaganda, no nos acostumbraremos a esperar el acercamiento pasado de moda de simplemente tratar de "decir lo que es la verdad" (una actividad reconocida como imposible por filósofos, historiadores y científicos al mismo tiempo) y esperando que todo el lo entienda. Segun lo vemos, el valor de la propaganda no es si lo que dice es o no un "verdad objetiva", sino que clase de efectos produce decirla. Si uno hace propaganda alabando lo que tiene de revolucionario robar en los supermercados, no esta necesariamente tratando de que los proyectos de revolucionario roben, así ellos pueden ser "más revolucionarios" (obviamente una visión estupida como ninguna, aunque explorar los beneficios tácticos de robar para la clase de gente que trata de comprar menos, tendría sentido) uno puede tratar en cambio de compartir la identificación con los ladrones que ya son insurreccionalistas en sus acciones, así podemos ensanchar el análisis de nuestras propias vidas. Lo mismo ocurre con el adulterio, el dedo, y miles de otros asuntos.
Cuando nos acercamos a uno de estos puntos de presión donde existen tensiones masivas entre el deseo de la gente y el mundo que conocen y viven, tenemos que esperar que otros radicales a veces malinterpreten nuestro trabajo como que alentamos a la gente a conformarse con estas medio-medidas en vez de celebrar lo que de revolucionario hay en ellas si se siguen hasta sus lógicas conclusiones. No nos distraigamos con ellas. Las ultimas a las que nos tiene que preocupar que les llegue nuestra propaganda es a otras radicales, ya tienen la suya.
Encontraremos maneras de ayudar a otras personas que demuestren los valores de la cooperación y la resistencia: organizaremos fiestas de los contenedores para estudiantes de clase media cortos de efectivo, mostraremos nuevas visiones criticas de películas convencionales, pondremos mesas con propaganda en todo tipo de eventos, organizaremos títeres sutilmente subversivos para niños y sus aislados padres, pondremos en marcha intercambios de bicicletas y otras iniciativas similares, obtendremos financiación estatal para centros de juventud organizados por insurgentes en los que los jóvenes puedan aprender a organizarse por si mismos.
De otro modo, ¿por que debería la gente creer que nuestras u otras "alternativas" tienen algo que ofrecer? y sin un sistema de apoyo, ¿como vamos a tener el tiempo o la paz mental para ponernos activas?
Confundamos las expectativas, evitemos los lugares comunes de todo tipo. Introduzcamos elementos novedosos es situaciones estables para crear situaciones volátiles. Cuando hablemos de política usaremos poesía, nueva poesía, no la poesía que esta rodeada y subordinada a los políticos, cuando hagamos poesía, que haga preguntas a la política, no que de respuestas a ella. Cuando golpeemos, hagámoslo para revelar potencialidades que estaban anteriormente ocultas. Inventemos nuevos lenguajes para la música, las relaciones, el cambio social, reinventando las posibilidades de la música, las relaciones y el cambio social, por nosotras mismas. Rompamos incesantemente con el pasado. Creemos cada mañana el primer amanecer que el mundo ha visto. No actuemos para otros activistas o artistas, nos dirigimos a aquellas que no interpretan nuestras acciones dentro de las categorías museísticas de activismo o arte. Evitamos las políticas-como-siempre (eso es, todas las políticas, como las conocemos actualmente) No nos contentamos con discutir, no somos sentimentales, somos despiadadas, tomamos riesgos, destrozamos lo que nuestros corazones nos dicen que debe ser desfigurado, hacemos cosas que las niñas recordaran toda su vida, somos espontáneas, dejamos que las musas nos posean (y estudiamos como vivir unas vidas que nos mantengan vulnerables a sus encantos) Nos disfrazamos, usamos falsas identidades. Somos legendarias. Actuamos contra la ley, vivimos contra la ley, pero no nos dejamos coger, eso es demasiado previsible.
Debemos recordar que los mejores crímenes no son todavía ilegales.
Construyamos nuestros castillos en los cráteres de los volcanes. Arrojemos la precaución, y todo lo demás, a los vientos. Vivamos peligrosamente. Pensemos peligrosamente.
Ahora es seguro apagar el ordenador..., los gatos encerrados en los áticos, mirando a través de la ventana..., los trenes llenos de pintadas con gente subida a ellos arriba y abajo del país... los baños rotos teniendo conversaciones sin sentido en vacíos aeropuertos... En la biblioteca, en el refugio antiaéreo convertido en museo, en nuestros apartamentos, nosotras esperamos ser las protagonistas de nuestras propias historias, por una vez, nada de profesionales o protestantes, una generación entera malgastada, trabajando en servicios, coleccionando tebeos, conjuntando tonos de piel con pintalabios...
Pero la mecha esta encendida, ahora, un siseo en la distancia, como el aire que se escapa de una rueda rajada, y nuestros oídos que están escuchando.
CrimethInc. Worker Bulletin #47
jueves, 13 de mayo de 2010
Experimentos en nuestras cabezas.
Si hice propaganda exaltando lo que es revolucionario en el hurto en supermercados, no fue neceariamente para tratar de que los posibles revolucionarios se pusieran a robar para ser así "mas revolucionarios" (obviamente un estúpido acercamiento al asunto, si es que tuve alguna vez alguno, aunque explorar los beneficios tácticos de robar para la clase de gente que quiere comprar menos puede tener sentido) Mas bien intentaban idenficar que hay ya de revolucionario en las acciones de los expropiadores, así poder ensanchar el análisis de nuestras vidas.
Crimental no es una ideología ni un sistema de valores, ni un estilo de vida, sino, para sus simpatizantes, una manera de desafiar todas las ideologias, sistemas de valores y estilos de vida.
No es crimental simplemente sobrevivir sin un trabajo comiendo de los contenedores, okupando y haciendo dedo, es crimental compreder que ese estilo de vida provee recursos que pueden ser usados para revolucionar algunas cosas pequeñas, como cualquiera que se os ocurra.
No es crimental simplemente distribuir propaganda atacando la monotonía y las limitadas opciones del empleo tradicional, es crimental crear situaciones en que trabajadores y extrabajadores se beneficien de sus mutuas y diferentes experiencias, y consecuentemente descubramos nuevas opciones y nuevas aventuras que previamente estaban oscurecidas.
Los Estalinistas, Los Maoistas, los Surrealistas, los Situacionistas incluso los Ecologistas tienen todos sus disensiones internas, ¿asi por que no vamos a poder tenerlas nosotras?
No ser miembro no debe ser un obstáculo: Todavía podemos excluir a alguien de vez en cuando solo para estar seguras de que todo el mundo recuerda. Son festivas ocasiones para nosotras, erosionadas políticas, análogas a las murmuraciones subtextuales en las cenas de la burguesía o los juicios de brujas en la inquisición.
Pero primero, antes de entrar en la fiera rectitud del asunto, algo de memoria. Todo lo publicado hasta ahora trataba de ser inspiración, análisis y especialmente calculada retorica para animar a la revuelta, aunque hemos mantenido desde el principio que no hay una sola estrategia para la insurgencia, sino que cada una tiene que inventar y reinventar la suya, y así desafiar las nociones convencionales sobre la santidad de la propiedad y la miseria de la pobreza material.
Con esta guerrilla cultural esperamos hacer un poquito de nuestra parte expandiendo el movimiento anticapitalista, minimocapitalista o como lo quieras llamar.
Se nos puede acusar de ser demasiado simplistas o demasiado complejas, pero sea con nuestros adversarios o nuestros complices, evitamos entran en polémicas estériles que rebajen el nivel de nuestro dialogo en cualquier asunto a su mínimo denominador, y a esa altura, poco de valor se puede discutir o conseguir.
Ninguna tenemos la razón absoluta, y nada en el mundo es unidimensional.
Robar, hacer dedo, cobrar subsidios, estar desempleado, separados de un programa para la trasformación de mi vida, y el mundo a nuestro alrededor, todas ellas son simplemente herramientas alternativas de supervivencia, una supervivencia que colabora y acepta en ultima estancia el status quo.
Si, es mejor, aunque infinetimalmente, robar productos que dar dinero a nuestros explotadores, !pero no es suficiente¡.
Hace tres mil años al menos que se roba, y la economía capitalista todavía prospera.
Si es la vida lo que buscamos y no mera supervivencia, nos podemos sentar bien en nuestras okupas, comiendo bollos del contenedor y vendiendo nuestras mercancías robadas en e-bay; Tenemos que seguir arriesgandolo todo para desafiar al sistema que nos niega el resto del mundo, si por nada más, al menos para seguir desafiandonos a nosotras mismas.
Nunca hemos estado interesadas en ser o ser vistas como partidarias de ningún estilo de vida. Siempre hemos insistido que ser radical envuelve subvertir todas las posibles elecciones de estilos de vida, todas las estrategias e identidades tradicionales.
La revolución ocurre cuando alguna parte de la ecuación social cambia, cuando trabajadores apolíticos inician una huelga salvaje, cuando las madres de mediana edad empiezan a aparecer en los disturbios al lado de sus hijas, cuando mendigos marginados se integran en las luchas locales por alojamiento accesible...
No nos dejaremos hundir por el desprecio de las gentes
No les dejaremos que nos digan como tenemos, o no, que vivir.
Escapemos de nuestros ghetos subculturales y de la reinterpretacion de los actos subversivos como actos de promoción de estilos de vida alternativos.
Creemos nueva comunidades, con nuevos valores culturales y acercamientos nuevos a los viejos asuntos y no lo reduzcamos a una subcultura allí donde florezcan, porque es en estas comunidades en las que podremos desarrollar y mantener la resistencia, y crear el contexto en que podamos tener vidas plenas.
Es importante que sigamos desafiandonos para que no nos estanquemos en la autosatisfaccion, de momento, la libertad no es para todas, así pues para ninguna.
Subversiva no es algo que soy, sino algo que hago y debo encontrar nuevas formas de hacerlo en cada intento.
No nos relajemos. Incluso las mas curtidas de nosotras, deben empezar cada mañana a pelear para fomentar la insurrección, sacudiéndonos la inercia del pasado, para ver nuevamente lo que la situación requiere. Cada vez que tenemos éxito con esto, cambiamos un poco nuestro mundo, porque es la inercia la que mantiene el mundo girando como hasta ahora.
Si no podemos, estamos acabadas, seremos mas anacronismos que anarquistas, y nuestro activísimo mero retroactivismo. Así alejemonos del pasado, de todas las explicaciones, justificaciones y disculpas, para enfrentar el futuro y los experimentos que llevamos en nuestras cabezas.
Sin duda, habrá ocasión para la controversia y las equivocaciones, si somos lo bastante ambiciosas para seguir empujando nuestros limites y aventurando proyectos lo bastante locos como para funcionar.
Cualquiera puede descubrir las estrategias para la nueva ofensiva, establecer los términos para la próxima revuelta infecciosa, debates encendidos o levantamientos sociales ¿Sera alguna de nosotras?
Liberemonos, sin esperar a que lo hagan por nosotras.
martes, 16 de marzo de 2010
Nuestra politica es aburrida. ¡Cambiemosla!.
Nuestra política es una mierda. Sabemos que es verdad.
De otra manera, ¿Por que todo el mundo se estremece cuando tomamos la palabra?
¿Por que los asistentes a tu grupo de discusión anarco-comunistas están más deprimidos que nunca?
¿Por que el proletariado oprimido no ha recuperado el sentido común y se ha unido a nosotros en nuestra lucha por la liberación mundial?
Quizás, después de años de educarlos sobre su condición de victimas, hemos acabado culpándoles a ellos por su situación.
Ellos deben querer estar bajo la bota del capitalismo, de otro modo, ¿por que no se interesan en nuestras causas políticas?
¿Por que no se unieron a nosotros encadenándose a los muebles de caoba, cantando eslóganes en protestas cuidadosamente planeadas y orquestadas, y frecuentando ateneos anarquistas?
¿Por que no se has sentado a estudiar y aprender toda la terminología necesaria para entender las complejidades de la teoría económica marxista?
La verdad es que nuestra política les aburre porque les consideramoss irrelevantes.
Ellos saben que nuestros anticuados estilos de protesta - nuestras manifestaciones, nuestras pancartas y reuniones - son ahora inoperantes para crear cambio real, porque se han vuelto una parte previsible del status quo.
Ellos saben que nuestra jerga post-marxista esta fuera de onda pues es solamente un lenguaje de mera disputa académica, no un arma capaz de minar los sistemas de control.
Ellos saben que nuestras luchas internas, nuestros grupos disidentes y nuestras interminables disputas sobre efímeras teorías nunca provocaran un ningún cambio real en el mundo que experimentan cada día
Ellos saben que no importa quien esta en la Moncloa, que leyes hay en los libros, que "ismo" es el que prefieren hoy los intelectuales, el contenido de sus vidas será el mismo.
Ellos saben que el aburrimiento es la prueba de que esa "política" no es la llave de ninguna transformación real de la vida, que ya es bastante aburrida.
Y nosotros lo sabemos también.
¿Para cuantos de nosotros es la política una responsabilidad?
¿Algo en lo que nos involucramos porque creemos que debemos, cuando en nuestro corazón hay millones de cosas que podríamos estar haciendo en vez de?
Nuestro trabajo voluntario ¿es nuestro pasatiempo favorito o lo hacemos por un sentimiento de obligación?
¿Por que creéis que es tan difícil motivar a otros para trabajar como lo hacemos?
¿Podría ser que es, sobre todo, un sentimiento de culpa que nos conduce a rellenar nuestro "deber para ser políticamente activo"?
Quizás nosotros hacemos más emocionante nuestro "trabajo" tratando (conscientemente o no) de buscarnos problemas con las autoridades, de ser detenidos: no porque sirva prácticamente a nuestra causa, sino para hacer las cosas más excitantes, para recapturar un poco del romance de los tiempos turbulentos que ya pasaron.
¿Hemos sentido alguna vez que estamos participando en un ritual, una tradición largamente establecida de protesta marginal, que solo sirve para fortalecer la posición de la corriente mayoritaria?
¿Hemos pensado secretamente en escapar del estancamiento y aburrimiento de nuestras "responsabilidades" políticas?
No sorprende que ninguno quiera unirse a nuestros esfuerzos políticos.
Quizás nos digamos que es un duro y desagradecido trabajo, pero alguien tiene que hacerlo.
La respuesta es, NO.
Realmente hacemos un flaco favor con nuestra tediosa y aburrida política.
De hecho no hay nada más importante que la política. La vida diaria es el autentico lugar de la lucha social.
No la política de la democracia institucional y la ley, o quien es elegido de diputado regional o firma las directivas y perpetua el mismo sistema.
No la política de "Estoy en la izquierda radical por que me gusta poner objeciones sobre detalles triviales y escribir retóricamente sobre utopías inalcanzables".
No la política de cualquier líder o ideología que te pide que te sacrifiques por la causa.
Sino la política de la vida de cada día.
Cuando separamos la política de nuestro entorno inmediato, las experiencias diarias de hombres y mujeres individuales, se convierten en irrelevantes. Efectivamente, se vuelve el dominio privado de ricos y confortables intelectuales, que se causan problemas a si mismos con sus deprimentes asuntos teóricos.
Cuando envolvemos la política en un sentido de obligación y convertimos cada acción política en una gris responsabilidad en vez de en una actividad excitante en si misma, asustamos a la gente cuyas vidas ya son lo bastante aburridas como para añadirles mas tedio.
Cuando convertimos la política en una cosa sin vida, en una cosa sin diversión, en una terrible responsabilidad, se convierte solo en otro peso sobre la gente, en vez de algo liberador.
Y así arruinamos la idea de la política para gente que podría considerarla importante.
Para cualquiera que tenga interés en replantearse su vida, en preguntarse a si mismo que quiere y como puede conseguirlo.
Y hacemos parecer la política como un miserable, auto-referencial, sin sentido juego de clase media/bohemia, un juego sin relevancia real para las vidas reales que estámos viviendo.
¿Que debería ser político?
Si nos gusta lo que hacemos para conseguir alimento y refugio.
Si nos sentimos satisfechos, en nuestras interacciones diarias con amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Si tenemos la oportunidad de vivir cada día de la manera que deseemos.
Y "política" no debería consistir meramente en discutir sobre estas cuestiones, sino en actuar directamente para mejorar nuestras vidas en el inmediato presente.
Actuando de una manera que sea en si misma entretenida, excitante y alegre -porque la acción política que es aburrida, cansada y opresiva puede solamente perpetuar el tedio, la fatiga y la opresión en nuestras vidas.
No debemos perder mas tiempo debatiendo sobre asuntos que serán irrelevantes cuando debamos ir a trabajar al día siguiente.
No más predecibles protestas rituales, con las que las autoridades conocen perfectamente como lidiar con ellas.
No más aburridas protestas que no suenen como una manera emocionante para pasar el sábado por la tarde para potenciales simpatizantes.
Nunca más nos sacrificaremos por la causa.
Porque la felicidad en nuestras propias vidas y en las vidas de los demás, será nuestra causa. Después de que hagamos la política relevante e interesante, el resto seguirá solo. Pero desde la mera teoría y la política ritualizada, nada seguirá.
Esto no quiere decir que no debamos mostrar interés en el bienestar de personas, animales o ecosistemas con los que no tenemos contacto directamente en nuestra vida diaria.
Pero la cimientos de nuestra política deben ser concretos, deben ser inmediatos, debe ser obvio para todo el mundo que merece la pena el esfuerzo, debe ser interesante por si mismo.
¿Como podemos hacer cosas positivas por los demás si no somos capaces de disfrutar de nuestras propias vidas?
Como ejemplo concreto: una tarde recogiendo comida de contenedores en los que las tiendas han arrojado sus sobras, y repartirlas entre gente hambrienta o cansada de trabajar para pagar por su comida, es una buena acción política, pero solo si te gusta hacerlo. Si lo hacemos con amigas, si los encontramos nuevos mientras lo hacemos, si nos enamoramos o intercambiamos historias divertidas o simplemente nos sentimos bien por haber ayudado a alguien a luchar contra sus necesidades económicas, entonces es una buena acción política.
De otro modo, si nos pasamos la tarde escribiendo una enojada carta a un oscuro panfleto de izquierdas protestando por el uso que se da de la terminología anarco-sindicalistas, esto no va a lograr una mierda, y lo sabemos.
Quizá es hora de buscar una nueva palabra para "política" ya que hemos hecho una especie de taco de la antigua.
Nadie debe ser dejado de lado cuando hablamos de actuar juntos para mejorar nuestras vidas.
Y te presentamos nuestras demandas, que son innegociables, y deben ser conseguidas lo antes posible, porque no vamos a vivir para siempre, ¿no?
1. Hacer la política relevante para nuestra vida diaria de nuevo. Cuanto mas lejos este el objeto de nuestra preocupación, menos significara para nosotros, cuanto menos real y apremiante nos parezca, mas extraña la política será.
2. Una actividad política debe ser divertida y excitante por si misma. No podemos escapar de lo que nos deprime, actuando deprimentemente.
3. Para conseguir los dos primeros pasos, enteramente nuevos métodos y acercamientos políticos deben ser creados. Los viejos están caducados y pasados de moda. Quizás nunca fueron demasiado buenos y esa es la razón porque el mundo es ahora de la manera que es.
4. ¡Divirtamonos! no hay ninguna excusa para aburrirse... ¡o aburrir! Unamonos para hacer de la "revolución" un juego, un juego en el que se las apuestas son las mas altas posibles, pero, sin embargo un divertido y despreocupado juego.
Crimethinc. Your Politics Are Boring As Fuck